En Sueño Profético decían:
La Paz tienes que buscarla, enseñarla y practicarla. Pero si no eres de Dios, no la buscas, no la enseñas y no la vives.
La Paz hay quien la confunde con la abundancia de bienes, creyendo: “Si yo fuera millonario, tendría la Paz conmigo”. El que tenga este pensar, confunde el mar con el río.
El dinero es muletas para el espíritu, cuando éste es de Dios y quiere llevar el sustento para que no llegue hambre y la muerte se presente.
El dinero en abundancia te hace rico y siempre va procurando el retirarte del Mando de Dios. Al retirarte de lo que Dios manda, ya no puedes vivir Paz, porque vives fuera de las Leyes de Dios, y al hacer este vivir, puedes hacer que muchos se condenen, porque los mismos espíritus que a ti te retiran de Dios, los mismos buscan al necesitado para llevarle pensamientos que culpen a Dios.
Si el hombre pensara esto, vería lo que es Dios.
Desperté, oí:
Si Dios no fuera Dios, le obligaría la Paz al hombre.
Pero ya no sería Dios.
Hay quien pone en su boca estas palabras: “Eso es castigo de Dios”.
El castigo se lo pone el mismo hombre, no cumpliendo las Palabras de Dios y perdiendo su Reino.
Dios no castiga a ningún hombre, y lleva a su Gloria al rico y al pobre.
Los dos se hacen falta, si los dos a Dios quieren.
Y ya viven la Paz, y la Gloria no la pierden.
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Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C6
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