En Sueño Profético decían:
La Obediencia lleva Amor, y el Amor lleva Obediencia. Esto en las Cosas de Dios. En las del hombre, la obediencia, mayoría de veces, es temor, y el temor obliga a la obediencia.
Dijo uno:
Cuando tú estás entregado al Mando de Dios, tú no dejas de pensar: ¿qué haría yo para más contentar a Dios, que tanto sufrir Le manda el que le falta este Amor? Si oyes estas Palabras y ves que Aquí están dichas, no le pongas contra a nada de lo que el Instrumento te diga.
Es lástima que no se den cuenta, que el que de estas Palabras se retira, deja sitio en su espíritu para que otros espíritus con mando satánico le hagan ver lo que ellos digan, y ya ponen la muralla, y el que Dios le da Mando, la Confianza retira –¡que se la retira él!–, porque el que lleva esta Enseñanza, jamás lo haría.
Es fácil ver y comprobar, al que de aquí se retira, en su forma de actuar.
Desperté, oí:
Cosa que veas que con la Enseñanza de Dios no entra, tienes que decirla y dejarla en su conciencia.
Porque el que vaya viéndola, no la iguala con esta Enseñanza.
Ya está el tiempo pasado para volver al principio de estos 30 años.
Para que hicieran parada y esta Verdad la vieran.
Nadie mejor que los que están cerca pueden pedir opinión para no hacer lo que a Dios ofenda.
Y el que se hace Sagrario de Dios, tiene que ir enseñando con Amor.
Pero él, ser el primero en respetar lo que Dios manda del Cielo.
No se puede describir el sufrir tan grande que es, el amar a Dios y querer que todos vean que esa vida es corta y sucia, y Ésta es la Divina, limpia y Eterna.
Pídele a Dios que veas claro lo que el Elegido enseña.
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Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C2
Tanta lucha en la tierra por un apártate que yo me ponga cuando en el Cielo es la vida Eterna y la verdadera.
ResponderEliminarCon esta enseñanza por el mundo quedaba la serpiente aplastada.