En Sueño Profético decían:
¡Qué difícil es que el hombre ponga en Dios la Fe, la Esperanza, y que practique la Caridad en el Prójimo!
¡Qué difícil es que el hombre coja el sufrimiento y lo achique, pesando en otro que es más sufrimiento que el suyo!
Dijo uno:
Mi madre me enseñó a mí, que cuando el sufrimiento quisiera mandar en mí, que pusiera el sufrir de María y José, cuando vieron a aquel Niño sin poderle ellos una casa ofrecer, sabiendo que era Dios y no poderle decir: “Tú tienes lo mejor”. Lo miraban y lágrimas no salían, y admitían a los pastores cuando llegaban cantando y cuando su Nombre oían en aquellos alegres cantos.
“Niño Jesús,
que has nacido en la Tierra
y en el Cielo te has quedado.
El que crea en los Profetas
tiene que venir a adorarlo”.
Desperté, oí:
Cierto que si piensas en el sufrimiento del Nacimiento de Dios, Dueño de todo, y los administradores negarle una vivienda, ¿qué puedes ya comparar con lo que a ti te venga?
Pues sigue pensando, y escribe hasta que se hizo Hombre y el hombre Lo mató con un martillo y unos clavos.
Y después te lo presentan en la Cruz clavado.
Aprende como esta madre, que quiere que el sufrimiento lo achiques y no lo agrandes.
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Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C3
Hoy hablaba yo con una Amiga (amiga con mayúscula por ser su Espíritu del Cielo) y hablábamos de los sufrimientos, de lo penoso que es este mundo,de lo feo que es este destierro,pues esta Amiga hablaba de este Mensaje con tanto brillo que yo veía hasta la Virgen montada en la burrita esperando algún asilo ,a San José con la boca seca sin saber para donde más buscar....
ResponderEliminarDecía mi Amiga que qué se podía comparar a este sufrimiento que la Sagrada Familia pasó! Yo le contaba mis penas y ella me las desmontó dejándolas como un granito de arena.