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sábado, 25 de diciembre de 2010

Tres puntos - Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - Pag. 3-4-5


En Sueño Profético hablaban del Amor:

Dijo uno:

El Amor es exigente. El Amor tiene tres puntos imprescindibles para el que ama: primero, ansiedad de buscar; segundo, obediencia al amado; y tercero, no callar este Amor que nunca puedes decir: “Yo, ya bastante estoy amando”.

Dijo otro:

Aquí, todos los que estamos, podemos hablar del Amor, porque el Amor, Aquí, a todos nos ha juntado. Voy a enumerar unos cuantos: Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, Juan de Dios, Catalina de Siena, Tomás de Aquino, Agustín de Mónica, Álvaro, Francisco de Asís, Juan Bosco, Domingo de Guzmán y Profetas del Antiguo Testamento, Profetas que comunicaron la Venida del Salvador.

Éste mismo dijo:

Pero que siga Teresa hablando del grande Amor:

Yo diría que los tres puntos
son tan sólo uno en dos.

Que hablando con grande fuerza,
te viene olvido “pa” “to”.

Este Amor ya se encarga
de que pierdas la razón,
y no encuentres bienestar
sino contemplando a Dios.

Luego, este Amor te dice
que no hay nada mejor
que vivir ya contemplando
a la orden de tu Dios,
aunque te digan palabras
como las que oía yo.

Por la boca del hombre,
lo malo, “to” lo hice yo:
Fui libertina en pecados
del hombre que amaba a Dios,
porque éste se paraba
“pa” que le contara yo.

Me acusaron de pecado
hasta con mis compañeras.

Decían que el demonio hablaba
cuando yo sola en mi celda
me hacía señales
para parecer yo buena;
que no tenía obediencia
y me salí del convento
para inventar una comedia.

Pues todo esto soporté,
y alegría era mi pena.

¿Qué importancia tiene esto,
cuando tú a Dios Lo sientas?

Desperté, oí:

Yo creo que el que no ama,
tiene siempre las palabras
de insulto para este Dios.

Yo creo que la obediencia
te viene con el Amor.

Yo creo que si tú amas,
no puedes ofender a Dios.

El Amor a Dios te exige,
un exigir con razón,
un exigir que te lleva
por el Camino de Dios.

Todos los caminos tienen
llano, monte, barranco,
espinas, fragancia, cansancio,
y final, decir a Dios:
“Éste no era mi camino,
mi Camino era el Amor,
Amor con tanta locura,
que aún no Le he dicho a Dios”.

TERESA DE ÁVILA


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jueves, 24 de junio de 2010

Tres Espíritus - Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pag. 77-78-79


En Sueño Profético hablaba Tomás de Aquino, Catalina de Siena, y Domingo de Guzmán. Hablaban los tres, como si uno pensara y los tres contestaran en un acuerdo. Dijo Domingo:

El hombre debía de exigir al que Aquí viene, respondiera a las preguntas que le hiciera él para aprender y poder hablar con naturalidad de este Vivir de Gloria. Ya dijo Tomás:

Si en una universidad dijera algún alumno: yo oigo, y lo creo, a una persona que Dios a diario la lleva a su Gloria y le habla para que enseñe en la Tierra lo que el hombre ocultar quiere. La reacción sería tal alboroto, que me atrevería a decir que le prohibirían el seguir hablando, y amenaza para expulsarlo. Por eso, tiene que ser dar por todas las partes del Mundo la noticia de este Mensaje viviendo. Dios es el mismo, y sus Palabras son sin cambio. Dios, que ayer habló, hoy habla, y mañana tiene que hablar para que ese Mundo material viva al aliento de las Palabras del Creador. Domingo, ya se oye hablar:

Era, para que desde que Dios vivió Hombre, el hombre, a lo que oyera de Dios dijera, AMEN, cuando la conducta del Comunicante fuera cumpliendo las Leyes de Dios, más en el Prójimo que en ti mismo, para imitar más a la Vida que Dios vivió de Hombre. Es Catalina de Siena, la que el Arrobo termina antes de quedar despierta:

Es más Amor con más fuerza, el redoblar las Palabras cuando llegas a la Tierra. Es más verdad el que grite: Dios me arroba para enseñar a que eduques a la materia al Mandar de este Mandar; después que quedes sin carne, la disculpa no te va.

Desperté, oí:

La Fuerza de Dios se ve cuando lean este Mensaje y tú lo quieras escuchar.

¡Qué Palabras dichas en Gloria por tres Espíritus que sus nombres ahí se nombran!

Se nombran dando Enseñanza y han quedado en la Historia.

Pero que alguien refiera de Catalina de Siena.

Si puedes el referir, de antes de verla muerta.

Pero una vez que murió, da risa el hablar de ella.

Bien dice Tomás de Aquino, la reacción de la universidad en uno de sus alumnos.

En uno que su contacto tuviera con el que Dios trae Aquí.

Ya Domingo de Guzmán, no pide Perdón a Dios por el que el predicar lo hace en contra de Dios.

Si predicas las Palabras que Dios dejó ahí en la Tierra, busca las que mande hoy, que es hierba segada o en siembra.

Siendo la misma semilla, más fuerza tiene la siembra.

TOMÁS, DOMINGO, y CATALINA DE SIENA


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jueves, 22 de abril de 2010

No basta con decir sí - Libro 72 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo VII - Pag. 40-41-42


En Sueño Profético decían:

Si el que tiene que decir sí conociera el Lenguaje de Dios no podría negar el sí al tener estos Escritos en sus manos.

Dijo Catalina de Siena:

-El sí sale del Amor que a Dios le tengas. El sí sale de adentro, sin que nadie lo detenga. Pues si te falta Amor y en Dios piensas, aunque no Lo quieras, tienes que ser justo para después entregar cuentas. Puede que después de que el hombre dé el sí Aquí no venga, porque no basta con decir que estos Escritos no son del hombre mientas vivan en la Tierra. Las cosas de Dios se ven claras, aunque el hombre nunca quiera verlas porque no piensa en los anteriores Elegidos, en los primeros Profetas, en todo lo que hay escrito si lo dejaran como lo escribió el Elegido o como lo contó para dar testimonio de vivir la Presencia de Dios sin carne.

Carne: Refugio del Demonio.

Carne: Engaño del espíritu cuando no está al servicio de Dios. Cuando el espíritu está al servicio de Dios conoce lo de Dios y rechaza lo que va en contra de Dios, y ya acepta por conocer, no por temor.

-Los que a mí no me aceptaron ni querían que yo fuera por Dios mandada no están en la Gloria, que es el sitio donde Dios entra al que Lo ama y quiere su Gloria. Pero no entra al que tiene que decir por fuerza: “Sí, es Dios del Cielo”.

Desperté, oí:

El que sabía, antes de su venida, que existía Dios, si no amó no entró en la Gloria.

El que Lo conoció de Hombre con el Nombre de Jesús y Maestro, si no Lo amó no entró en la Gloria.

El que vivió con Elegidos y sabia que eran movidos por una fuerza de este Cielo, si no los amó no entró en la Gloria.

El “si Dios existe” o el “si esto es de Dios” no te entra en la Gloria.

La Gloria abre las puertas al Amor, porque Allí está el Dueño; a la caridad, que es cumplir el Evangelio; y al vivir en Oración con misterios de tus hechos.

Pero porque digas que Esto es del Cielo no te ves Aquí, ya que si te falta Amor a Dios le haces sufrir.

Haz examen de conciencia después de poner el sí, y ya sabes cuando mueras si a la Gloria puedes venir.

CATALINA DE SIENA


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