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martes, 27 de junio de 2017

Los porqués que el hombre a Dios le manda

En Sueño Profético hablaban de escandalizar estos Mensajes y de los porqués de Dios. Eran dos enseñanzas distintas, pero las dos son de Dios, como todo lo que ya baja del Cielo es enseñanza superior a la que pueda dar el hombre. Decían:

Cundir estos arrobos es obedecer a Dios y dar testimonio de su Gloria –que tanta falta le hace al hombre–, pensar y meditar que la Vida no tiene muerte, que la Vida es inmortal y que queda una Vida de cada cuerpo que muere. Si esto no lo aprende ni lo enseña el hombre, cada vez será mayor la mortalidad y el pecado que hace el hombre, mortalidad de violencia y dando premio al pecado.

Si el hombre pensara y enseñara que nunca puede ser muerto, se acabaría el crimen y la violencia y no practicaría el pecado, porque sabe que no premian, al contrario, quedaría apartado, como la carne con lepra.

Desperté, oí:

También hablaban en este arrobo
de los porqués que el hombre
a Dios le manda.

Hay porqués que ofenden tanto,
que si Dios les respondiera,
gritos oirías y llantos.

El hombre oye del hombre,
y antes lo ha oído Dios
decir estas palabras:

¿Por qué me pasa esto?
¿Qué Te he hecho yo?

Si eres Dios,
¿por qué consientes la injusticia?

Si eres Dios,
manda castigo.

Si eres Dios,
¿por qué consientes que queden viejos
y mueran niños?

Al mandarle estos porqués,
ya no puede ser Dios tuyo.

Al hombre es imprescindible
enseñarle desde niño
que su cuerpo será muerto,
pero jamás el espíritu.

Que  éste presenta cuentas
del bien o del mal que hizo.


***

Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C1

jueves, 14 de noviembre de 2013

Los porqués que en esta Gloria hoy dan

En Sueño Profético decían:

¿Por qué el hombre siempre niega que Dios viva en su Tierra? ¿Por qué habla de Dios sin creer en su Existencia? ¿Por qué prohíbe Palabras que Dios dice y otro cuenta? Son siempre estos porqués preguntados en esta Gloria. Son siempre estos porqués los que a Dios mandan sufrir. Que escrito está en la historia, siempre con el desmentir que Dios no baja a la Tierra, que en nadie puede vivir; siempre tratando de loco al que Dios lo trae Aquí; siempre quemando, pinchando y degollando la carne que a Dios servicio le da; nunca cogiendo ejemplo del que cumple las Palabras que Dios mandó escribirlas y su nombre es Evangelio; siempre castigando al hombre que ama a Dios del Cielo; siempre premiando el pecado; siempre intentando algo nuevo que destruya Caridad, que el hombre nace y se cría como cualquier animal. Hasta que el hombre no ame, no practicará Caridad.

Dijo uno:

No puede ser amar sin aceptar, cuando el aceptar lo traiga el Amor. Si el hijo no acepta a la madre, no puede amarla; y si la acepta, une el Amor. Decir “yo amo a Dios” y responder diciendo “¿quién ha visto a Dios?”, es mejor firmarte incrédulo en la Existencia de Dios.

Esta Gloria oye y ve lo que el hombre no pronuncia y quiere esconder.

Desperté, oí:

Estos porqués, hoy han sido
preguntados Aquí en Gloria.

Pero son pocos porqués,
comparados con los miles de millones
que Dios podría poner.

Dios, su Palabra la manda
o la dice en niño
que libro no supiera leer.

A Dios lo ofende más en Tierra
aquel que más listo es
en las cosas de la Tierra.

Lo ofende con el pensar,
aunque se crea que no ofenda.

Tan sólo trazarle a Dios
el camino que Él cogiera,
ya no creía a Dios,
Poderoso en Cielo y Tierra.

Sería pedir factura,
sería pedir la cuenta
de un derecho que tú tienes
y negarla no pudieran.

Pero, ¿quién sería capaz
de pedirle a Dios cuentas
cuando amara de verdad?

¡Hombres que viven de engaño,
por no pensar la verdad!

El que ama tendrá gozo
cuando lea los porqués
que en esta Gloria hoy dan.


***


Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 173-174