En Sueño Profético decían:
Si pones tu pensamiento en todo lo de esta Vida, ya renuncias a lo que ésa te ofrece, que todo es engaño, y el engaño, de Ésta te retira. Que para eso es esta Enseñanza, para que piensen los hombres que de todo lo de la Tierra nada se traen los muertos. Y si no hay quien los vista, los entierran con lo más viejo. Y si tienen algo que valga dinero, si queda más de uno, se discuten el ser herederos.
Esto es el final de la vida del cuerpo.
Dijo uno:
Todo lo contrario le ocurre a la Vida del espíritu. Pues cuando entierran el cuerpo, si su espíritu es de Dios, se lleva los valores al Cielo, y ya Dios le va mandando estos valores del espíritu al que creyó y amó aunque no fuera heredero. A estos espíritus puede Dios mandarlos para que ayuden a los que, cuando estaban con cuerpo, conocieron o no conocieron, pero amaban a Dios, y Dios los hace herederos.
Desperté, oí:
Una frase de la Gloria te hace que pienses en el engaño de la Tierra.
Que engaña más a títulos y a carreras que buscan el tener más para dejarlo en la Tierra.
Esto se ve en la enseñanza, porque todo lo de Dios a los párvulos no enseñan.
Esto deja al descubierto que el hombre no cree en la Gloria.
Decían en la Gloria, que el hombre que no cree en Dios, no le va el nombre de culto.
Porque los primeros estudios deben ser estudiar quién hizo el mundo.
Y quién puede enfrentarse con el trueno y la tormenta.
Con el huracán y los temblores de Tierra.
Con la lluvia que sube de la Tierra y el Cielo la echa.
Todo lo nombrado es Poder de Dios, que queda quieto por obediencia al Creador de todo lo visible y lo invisible, que tiene más Fuerza y más Poder.
Hazte profesor de espíritu y al cuerpo ponlo de alumno.
***
Libro 40 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C5