domingo, 9 de noviembre de 2025

Se están perdiendo esta Grandeza

En Sueño Profético decían:

Se van a decir unas palabras para que cuando las oiga el Elegido en el Arrobo, si puede, que las diga y si ve que no van a ser bien recibidas que queden en silencio. Porque siendo un bien, no quieren entenderlo. Si quisieran harían preguntas y ya Dios en el Elegido daba las respuestas.

Dijo un espíritu de la Gloria:

¿Cómo no se dará cuenta el que conoce al Elegido que todo lo que el Elegido diga lleva Mando de Dios? Pues al ser Dios el que le da el Mando y las Palabras, no puede ser para mal el consejo que dé. Que ningún consejo del Elegido es de la Tierra, porque la Tierra puede ensuciar diciendo “mentira” o “verdad”. 

Las palabras que Dios al Elegido le hace ver u oír en el Arrobo no pueden tener duda. Si así no fuera no sería Elegido de Dios para enseñar de su Gloria. Pues tiene que llegar el momento que no puedan dar el “no” a las palabras y consejos que dé el Elegido.

Pues ¿cómo va a dar mal consejo si es Dios el que habla y manda en su cuerpo?

Desperté, oí:

Se están perdiendo esta Grandeza los que no aceptan el consejo del Elegido.

Y ya le llega sufrir al ver que, siendo un consejo de Dios, tiene que tener miedo al decirlo, porque el mal tiene fuerza si sabe que al Elegido tú no te entregas.

Pues el que no acepte el consejo del Elegido, ni ama a Dios ni cree, y con el tiempo verá el bien que ha perdido.

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Libro 70 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo X 

viernes, 7 de noviembre de 2025

Aquí se mide primero el Amor y luego los estudios

En Sueño Profético vi como una nube espesa y blanca, y una voz dijo:

Esto es el Tul Divino que envuelve la Gloria. Esto es fuerza que el Amor de Dios tiene en flotación, que esto lo pasa el que Dios le da la entrada porque su Amor abrazó. Esta es la Gloria donde Dios da su Enseñanza para que siga el hombre creyendo, con seguridad, que el espíritu es inmortal. El espíritu no muere, el espíritu vive Gloria eterna o martirio eterno.

Estando hablando este Mando de Dios se vieron muchas cabezas sin cuerpo, eran de niños que nunca tuvieron cuerpo, que nunca tuvieron padres por ser el de ellos el Eterno. Ellos mantienen la Gloria con alegrías del Padre. Ellos son los guardianes de los que suben de la Tierra al Cielo. Estos son los Ángeles puros que Dios puso Aquí primero. Antes de que Él se hiciera Hijo creó todo lo que vive Aquí sin cuerpo.

Esta es la Gloria de Dios. Gloria, Eternidad sin suelo.

Desperté, oí:

Este Mensaje es para que hiciera reflexionar al que no quiere que esta Enseñanza sea enseñada.

Este Mensaje es para ir leyendo y pidiendo a Dios perdón.

Este Mensaje es para no poder vivir tranquilo e ir, de rincón en rincón, llorando arrepentido, pidiendo a Dios perdón por el mal que el hombre Le hizo.

Que este mal lo hizo cuando escondió estos Arrobos y dio rienda suelta al pecado, queriendo dejar oculto los Escritos que nadie ha dado, ni rudos ni hombres cultos.

En estos Escritos se describe la Gloria como Aquí tanta veces Dios le ha dicho que la escriba y que la discuta con los grandes y con los chicos.

Con los grandes para que aprendan y con los chicos como premio.

Chicos de materia, pero con grandeza de espíritu.

Aquí se mide primero el Amor y luego los estudios.

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Libro 68 - La Palabra del Creador - Tomo VII - C1 

jueves, 6 de noviembre de 2025

A más soledad de Tierra, más compaña de Dios siente

En Sueño Profético hablaban de cuando las cosas son del Cielo y van del Cielo. Cuando esto es así, todo el que crea derrumbarlo, pierde el tiempo.

Cuando Dios señala un sitio, señala con Poder Eterno. Y este Poder va cubriendo lo que creen que va a quedar al descubierto. Si Dios aquí no mandara, ¿cree el hombre que Esto tendría este avance que tiene?

Dijo uno:

Cierto que el avance lo alimenta el sufrimiento tan gigante que lleva el Instrumento.

Era para que faltara mando, y gran gentío pidiendo con estas cortas palabras: “Mi tiempo y mi sobra, después de tener lo necesario, aquí lo traigo, para cundir, en forma de relámpago, estos Escritos por Dios mandados a espíritus vivos, que muertos para Dios no quedaron”.

Este pensar debería ser la intranquilidad del que, al terminar el día, en él, le ha sobrado para años y hasta para siglos.

Desperté, oí:

A más soledad de Tierra,
más compaña de Dios siente.

A más impedimentos pongan,
más ridículos se encuentran
los que obstáculos pongan.

Dios es Dios,
y el hombre es el hombre
y queda en la Tierra.

El agua vive sin la Tierra.
La Tierra no vive sin el agua.

Hay muchas comparaciones
para que el hombre estudiara
que Dios pasa sin el hombre
y al hombre le dan vida sus Palabras.

Si el hombre pensara:
“¿para qué me quiere Dios,
si yo no Le doy nada?”.

Haciendo este pensar,
ya estás recibiendo paga.

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Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C5 

miércoles, 5 de noviembre de 2025

Cuida la carne que es tuya

En Sueño Profético vi cómo cortaban piernas por encima del pantalón, y sus caras estaban sin mueca de dolor. Llegaron a uno, después de tres o cuatro, y éste exponía sus razones para que la pierna no se la cortaran, y antes de llegar a la pierna rompió en llanto. Todos quedaron mirándose y dijo uno:

Esta es la reacción al no querer perder una pierna, ni un brazo, aunque estuviera enfermo, ni el dedo meñique de la mano que ocupa un segundo lugar. Todo lo que está en el tronco de tu cuerpo lo curas y pagas antes de perderlo. A pesar de que, a veces, un solo dedo te da noches de tormento, te hace perder días y perder horas, te cambia hasta de genio, pero mientras no perjudique a otro dedo lo defiendes con el derecho de que eso es de tu cuerpo, que si tú no lo cuidas nadie te cuida tu dedo. Si ya este dedo avanzara con peligro para infectar a los otros dedos pondrías la mano para cortarlo y los llantos para el Cielo, y siempre recordarías al dedo chico de tu mano.

Desperté, oí:

Dios ha hecho Visión con los miembros de unos cuerpos para dar Enseñanza.

A los que les cortan las piernas y no notas en sus caras sufrimiento es porque no tenían pierna, porque antes la perdieron.

Veías cortar la pierna, pero cortaban el relleno.

Igual quedaban sus caras, porque el sufrir iba por dentro.

Nunca la hubiera cortado, aunque trabajo al andar hubiera dado, ni por fea torcedura.

Era mejor tener la pierna que tener tan sólo una.

Cuida la carne que es tuya y no le des corte a la pierna mientras admita el cuido.

El que tenía dos piernas y querían cortarle una, pedía clemencia al Cielo porque tenía la esperanza mientras se viera su remo.

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Libro 69 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VIII 

martes, 4 de noviembre de 2025

Enséñale a tu carne que siga a tu espíritu

En Sueño Profético decían:

El espíritu mueve con facilidad a la carne para que actúe como él quiera, esto en lo que no es de la Gloria. En lo que es de la Gloria cuesta trabajo por la Libertad que Dios al espíritu le deja.

Dijo uno:

Al espíritu que está al servicio de Dios lo sigue la carne con un trabajo de ayuda, que el que lo ve no le llama trabajo. No le llama trabajo porque ve  su actuación sencilla. Es el espíritu el que guía al trabajo y le hace a la materia que viva felicidad, despreciando todo lo que hay en la Tierra que te obliga a que trabajes, a que el tiempo lo quemes sin que te sirva para lo Eterno.

El espíritu de Dios ni sufre ni tiene envidia por oposición mejor, pero sí sufre por querer servir a Dios cada día mejor, y le manda a la materia que primero es lo de Dios.

Estos son a los que ves con dominio de materia que, con todo el peso que tienen, con facilidad tiran de ella. Si piensas esto ves que el espíritu es el que tiene la fuerza. Cuando un cuerpo queda muerto se necesita una gran fuerza para moverlo, pero cuando lo mueve el espíritu es como recorte de seda.

Desperté, oí:

Enséñale a tu carne que siga a tu espíritu, siempre en lo que Dios mande.

Y si vives esta Enseñanza, verás lo de la Tierra con muy poca importancia, lo mismo en los valores que en los trabajos que te roban el trabajo que va a la Gloria.

La Enseñanza del espíritu debería ser la primera.

Y ya siempre iría el cuerpo donde el espíritu de Dios le dijera.

Por falta de esta Enseñanza peca el hombre en la Tierra.

Y siempre lleva su espíritu al mando de su materia.

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Libro 66 - Investigaciones a la Verdad - Tomo XI 

lunes, 3 de noviembre de 2025

Paciencia es Amor

En Sueño Profético hablaban de la Fuerza de Dios en el espíritu que vive aún con materia.

Dijo una mujer:

Si tú le entregas a Dios tu espíritu para que Dios mande en él, tú dominas a la carne; tú tendrás fuerza para dominar tu lengua, tus pies y tu vista. 

Dominando a estos tres personajes, 
ya dominas tu materia, 
y ya tendrás contacto con Dios,  
porque Dios deja que tú lo tengas. 

Las fuerzas vienen detrás, 
después de que vengan penas, 
que como sientas a Dios, 
Él ya te da la receta, 
y verás la curación 
de aquel mal que te atormenta. 

Esto, su palabra es: 
a enfado darle paciencia;
y a contrariedad,
que tú el arreglo no le veas,
llamar a Dios confiando,
y ya verás su respuesta.

Un poco voy a contar de mi vida, cuando viví con materia:

Tuve cuatro hijos, los cuatro con la misma enfermedad, que se les presentaba al crecer. El mayor tenía trece años, y el pequeño tenía cuatro. Mi marido, que era hombre de poca paciencia, por faltarle Amor a Dios, se fue a trabajar con otro amo fuera del pueblo, por no vivir aquel sufrimiento, porque él no estaba preparado, por dominarlo la materia; no podía encontrarse al paso de su camino algún pedazo de juguete que los chicos se hubieran dejado; ya salía de la casa mal encarado. Las vecinas me decían: “Parece que vive solo, no se oye ni a chiquillos ni a madre”. Este era mi contestar: “Es que yo les echo tarea en los capachos”. Ellas sabían que me llevaba a la casa, de un molino, esparto, y hacía cenachos, y lo que me encargaban, rápido se lo hacía, ya que mis hijos me ayudaban, porque de verme, ellos aprendieron, aprendieron a trabajar y a rogar a Dios lo mismo que yo rogaba.

Las cinco voces se unían, pidiéndole a Dios el favor: “Señor, que siga mi padre a mi madre en paciencia, que es Amor”. Yo hacía que ellos se lo pidieran en alta voz.

Desperté, oí:

Esta madre sabe,
que Dios oye sin que tú
le des voces al Cielo.

Esta madre lo que quiere
es unir a sus hijos al ruego,
al ruego que ella hacía,
que era ruego de consuelo.

Sabía que Dios oía,
antes a niños que a mayores.

Sabía que Dios veía
el sufrir de todos malos
y el tesón que ella tenía.

Si los ruegos de los niños
podían servirle al padre,
¡por qué no enseñarlos ella,
cumpliendo el deber de madre?

No cabe duda que fueron
los ruegos de madre e hijos,
cuando un día, al anochecer,
el padre llegó y le dijo:

Ya vengo para quedarme,
y además vengo contento,
porque a Dios se lo he pedido,
que no culpe nunca al mal,
si el mal Dios no lo ha querido.

Dios cuando te manda el mal,
es un mal por ti pedido.

Pero el vivir de la Tierra,
es vivir y no es sufrido.

Si siempre vives con Dios,
es sufrir, pero es olvido.

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Libro 6 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo I - C3 

domingo, 2 de noviembre de 2025

Con el Poder de Dios

En Sueño Profético decían:

Se van a decir unas palabras para que el Elegido siempre las tenga presentes cuando le llegue el pensar para hacer un bien a un espíritu, acercándolo a Dios, o a un cuerpo enfermo, para que el Poder de Dios ponga sano al enfermo si tiene enfermedad que sin el Poder de Dios no se pueda curar.

Dijo un espíritu de la Gloria:

Con el Poder de Dios, aunque sus cuerpos mueran, el espíritu se lo lleva Dios a su Gloria. Pues de estos casos hay muchos que a la muerte les acompañaba la Fe, sabiendo que se iban con Dios a su Gloria. Este Elegido ha visto muchos Milagros en los enfermos, unos con el cuerpo curado y otros despidiendo el cuerpo con alegría, con las manos del Elegido y con cara sin sufrimiento y sin lágrimas.

Pues, con todos estos casos que han pasado, que tu presencia no falte donde crean y te llamen.

Desperté, oí:

Es alegría que en la Gloria den Mando para que el Elegido no falte en el enfermo.

Ya llegó el sueño sin poder dejar de pedir:

    – Señor, Te pido que pronto salgan más Libros con prólogos de Obispos.

Estos prólogos dan alegría al que cree y ama.

Al que no cree, aunque se nombre cristiano, le quitan el sueño y piensa en el Infierno, que es el sitio que ganó su cuerpo.

Todos los que conocen este Caso deberían pensar en el premio que Dios les ha dado.

Pues el que diera Aquí desprecio cuando le llegaran sufrimientos no podría pedirle a Dios que se los quitara, por haber tenido la Palabra de Dios, dicha con Mando en el Elegido de Dios, y darle cada día desprecio mayor.

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Libro 71 - Te Habla El Profeta - Tomo IX