En Sueño Profético decían:
Este Dictado te hará pensar lo que tú no hayas pensado. Este Dictado te hará que digas: “¡Pues sí que yo estaba equivocado!”. Este Dictado te hará que veas lo que tus ojos veían nublado, te hará que veas claridad en lo que Aquí damos dictado. Este Dictado dice sentencias para el bueno y para el malo. Para el bueno tiene el sitio con ángeles esperando. Y para el desobediente, aunque crea que no es malo, que haga meditación, y verá si es del agrado de Dios, que Dios hable en los Profetas para no ser escuchado.
Siempre hizo Dios lo mismo, y aún Dios no ha renovado, ni tendrá renovación hablar Dios para no ser escuchado.
Dijo uno que conoció la Venida del Salvador y su Crucifixión:
Yo oí a los Profetas cuando decían que nos preparáramos para recibir la Venida de Dios Hombre. Yo y el que amaba al Padre oíamos al Profeta. El Amor nos empujaba a la ansiedad de saber. El que no amó, Lo crucificó, y mucho después se enteró de que era Dios. Hay quien aún no sabe que vivió, ni conocerá su Gloria por siglos sin fin. Dios habla en el hombre para dar Libertad al hombre.
¡Cuántos lloraron la muerte cuando el Profeta murió!
¡Cuántos hicieron memoria de las veces que el Profeta a estos mismos buscó!
Este Dictado te hará pensar lo que tú no hayas pensado.
Desperté, oí:
¡Sí que será sufrimiento,
querer y ya no poder oír!
Cuando Dios habla en el hombre,
es para saber de Aquí.
Para que aprendas y pienses,
que todo lo que viva ahí,
según su comportamiento,
será el sitio de Aquí.
Pocos están en la Gloria
que a Dios no quisieron oír.
Si ninguno hubiera oído,
todos van al mismo fin.
No puedes hablar con pruebas,
y decir: “No quiero oír”.
¡Si el Profeta es hablar el mismo Dios,
y decir las Leyes que mandó el Padre,
que aquí tienes que vivir!
Este Dictado te hará
que medites y que pienses
lo que tú no habías pensado.
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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 22-23-24
Dios nos premia con el profeta, tenemos que aprender para estar con Dios en la tierra y en el Cielo.
ResponderEliminarEs grande la ansiedad del que ama y no sabe, pero es mayor la del que amando y aprendiendo, quiere que todos busquen al Profeta.
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