En Sueño Profético decían:
“La Fe es imprescindible para ganar la Gloria”.
Estas Palabras fueron dichas por Jesús, el Salvador de los hombres, a unos que le preguntaron:
–Maestro, ¿por qué te disgusta la duda cuando duda ponen a tus Palabras? Siendo Dios, como sabe el que Te ama que eres, no te entristezcas.
Esto fue un día que el Maestro estaba hablando de su Reino y de que su Espíritu vendría a vivir entre el hombre, para que su Enseñanza nunca pudiera adulterarla el hombre, y unos le preguntaron que si no creían sin ver, si perdían la Gloria.
Aquí se oye al Maestro, viendo a un Hombre, y antes a Dios, por el sentir que sentía tu cuerpo:
–La Fe es imprescindible para ganar la Gloria. Tú tienes que creer que hay Gloria y que Yo soy Dios, sin ver la Gloria y viéndome a Mí de Hombre. Si no crees que Yo soy Dios Hijo, ¿cómo vas a aprender mis Palabras? Las oirás, pero sin practicarlas. Y si no las practicas, ¿cómo darte Yo mi Gloria? ¿Ves por qué el que no tenga Fe pierde la Gloria? Pierde la Gloria porque Yo me aparto de Él. Y si él no busca mis Palabras, no tendrá Gloria.
Desperté, oí:
Aquí, Dios, aún sigue en espera y tiene Misericordia.
En espera, por ser Él el que se aparta.
Cuando aparta, no hay espera, ya le manda cumpla condena.
La falta de Fe te hace que dudes, y la duda es pecado.
Si en lo material se dudara de los alimentos, no se comía nada, y matarías tu materia.
Si pones duda al peligro, puede que tengas muerte.
Dios Hombre, cuando iba predicando y Lo recibían con duda, Él se iba diciéndoles a sus Discípulos:
“Aprended a enseñar donde crean”.
“Donde duden, no pueden cumplir mis Mandamientos”.
“Sin Fe no hay Amor, y sin Amor no tendrás Gloria”.
“Ya peca, el que quiere ver para creer”.
Estas Palabras hoy las dictan en Gloria.
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Libro 10 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados En Gloria - Tomo I - Pag. 206-207-208
El Amor no duda.El Amor busca con sed porque tiene Fe en que será saciado.
ResponderEliminarPor supuesto que ofende la falta de Fe, si viendo a Dios delante no te fías de Él, cómo no va a ser eso una ofensa, y cuanto más tiempo pasa desde que Él estuvo en la Tierra menos disculpa porque Dios nunca ha dejado de comunicarse, ¡claro que ofende la duda!
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