En Sueño Profético oía:
¿Quién seguirá mis Pasos y no verá que Soy el que mi Padre ha enviado para la Salvación del pecador y para el Premio del justo?
¿Quién verá cómo amo, y no querrá ser amado?
¿Quién oirá que me insulten y se quedará callado?
Dijo uno de sus Discípulos:
Estas Palabras fueron dichas en la Tierra por Dios del Cielo cuando vivió de Hombre, y hoy las repite su Espíritu en nosotros, que también somos espíritus.
Dios, un solo Espíritu y una sola Gloria. Dios, que espíritu que manda a la materia tiene el sitio en su Gloria, que salió de Gloria y vuelve a Gloria si quiere, que salió sin pecado y sin pecado entra, porque antes de entrar ya fue purificado. Por eso, Aquí, en la Gloria, te hablan pecadores que mucho pecaron, y Santos que vivieron para hacer a pecadores Santos; Santos que siempre adoraron a Dios, y pecadores que adoraron con su llanto.
Otro dijo:
Los que no entran en el Recinto de Dios, son los que a sabiendas desprecian la Gloria, los que creen que Aquí pueden seguir mandando con su pecado escondido.
Desperté, oí:
¡Qué tranquilidad da Dios,
que Gloria a nadie niega!
¡Cómo abre la Gloria
para el Santo y para el que peca!
Pero no confundirás
que entre el que no quiera.
Habrá quien le diga el hombre:
“Este hombre es un santo”.
Y él te oye a sabiendas,
sabiendo que está pecando.
Sabiendo que a Dios no quiere,
ni a su Gloria ni a sus Santos.
Ni le interesa que Dios
le mande para enseñarlo.
Esto es hipocresía,
hacer que te vean santo,
sin querer saber de Aquí,
y a tu forma ir hablando.
Con esta frase que copio,
ya se termina el Dictado:
¿Quién oirá que me insulten,
y se quedará callado?
***
Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - Pag. 287-288
En la Gloria no entra el mal pero sí el pecador que rectifica.Si queremos Gloria no podemos dar cobijo al pecado pero sí al pecador arrepentido.
ResponderEliminar