jueves, 8 de noviembre de 2012
Tienes que amar antes de ayudar
En Sueño Profético vi a un hombre que llevaba a cuestas una carga de leña y su cuerpo se cimbreaba por el peso; se paraba y se recostaba en unos peñascales, queriendo descansar para seguir caminando. Pasaban grupos de haber terminado la faena, y miraban con mirada indiferente. Cuando ya habían andado unos metros, dijo uno:
–No me paré ahí atrás, por temor a ser censurado por vosotros, pero no puedo andar del peso que llevo en mis espaldas.
Le contestó uno:
–¿Quieres que desbaratemos lo que hemos andado y vayamos en su busca?
–¡Sí!, quiero.
Y cogimos el camino hasta encontrarlo. Ya venía sin tambaleo y a buen paso caminando.
Dijo el que sentía el peso:
–Vengo a ayudarte a tu carga.
–Pues mira, ya me está pesando, y cuando pasabais todos, el peso no me pesaba, y he andado este terreno sin darme cuenta de nada. Le pedí a Dios las fuerzas antes de que la cortara. Todavía queda terreno para llegar a mi casa.
Hicieron los tres, montones, y los tres ya caminaban.
Desperté, oí:
¡Qué bonito es ofrecerte
cuando tu ayuda la das
a éste, a éste que a Dios
había llamado ya!
Él Lo llamó porque amaba,
y el que Lo amaba Lo oyó
porque Dios se lo mandaba.
Dios no lo dejaba solo,
que llevara aquella carga,
Dios lo puso a descansar
hasta que aquéllos pasaran.
No quiso darle su ayuda
porque no lo censuraran.
Pero sintió el Amor
de este Dios que le avisaba:
“En el Prójimo estoy Yo”.
Para ofrecerte al Prójimo,
tienes primero que amar,
y ya ves a Dios en la leña,
y la carga besarás.
Si tu ayuda necesitan,
da tu ayuda sin pensar
que el hombre te la censure,
porque ya, al censurar,
no ama ni nuca amó
a este Dios Grande en Amor.
Aún más Grande en el Perdón,
y Grandioso en Libertad.
Dios quiere que des ayuda,
aunque Él dé Libertad.
***
Libro 6 - Dios Manda en Su Gloria Que Enseñen - Tomo I - Pag. 148-149-150
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Dios está presente en el necesitado y se hace presente en el que ama.Prójimo es Dios.
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