En Sueño Profético hablaban del pecado. Decían:
Contenta más a Dios el que va quitando de pecar, que el que no ha pecado.
El que no ha pecado, se salva él. El que va quitando de pecar, va a muchos salvando, aunque antes de hacer este servicio a Dios estuviera viviendo en el pecado.
Es sencillo y difícil el comprender este párrafo. Más difícil que sencillo, si a Dios no vives amándolo.
Dijo uno:
Es más difícil el comprender,
si vives ley de la Tierra.
Si vives la Palabra de Dios,
Él hace que lo comprendas,
que el que pecó y ya no peca
quiere en su acción decir:
“¡Señor, dame fuerzas
para quitar del pecado
al que el pecado no vea!
Y si lo vio
y no le encontró remedio,
al oírme a mí, remedio vea.
No me importa publicar
aquello que hice mal,
a todo el que no lo sepa”.
Yo le oí a Agustín hablar,
y no sabía quién era.
Esto fue un atardecer,
en casa de unos conocidos míos,
que él se dio a conocer.
De allí salieron alumnos
para ayudarle a él
en aquel duro camino.
Desperté, oí:
Son casi todas las palabras,
que yo las oí de Agustín:
¡Señor, dame valor y Fuerzas,
que yo cuente mi pasado!
¡Señor, quítame este pensar:
si estaré yo perdonado!
Si los quito de pecar,
tu Poder, en mí, has mandado.
Cielos y tierras
que habéis visto mi vivir en el pasado,
dadme caminos,
que encuentre
pecadores abandonados.
Yo, Señor, me encuentro fuerte,
y jamás seré tentado.
Si tentación es pensar
que si seré perdonado,
castígame como quieras,
que yo respondo alabando.
***
Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C3
Bendito San Agustín y Bendito sea Dios que lo ha mandado a dictar este Mensaje que seguro que apartará a muchos de hacer pecados
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