En Sueño Profético hablaban hombres que siguieron a Jesús sin entrar en el número de los Doce, pero oyeron mucho de Él y aprendieron.
Dijo uno:
Estas palabras, cuando las decía, tenían preguntas y Él daba respuesta:
“El que más obedezca, más cree quien soy; y el que más Me siga, más Me ama. Puedes obedecer sin amar, pero no puedes seguir mis Pasos si no amas, porque mi Camino es de sufrimiento. Que este sufrimiento lo pone el que no ama, para que nadie Me siga.
El obedecer puede ser buscando ganancias. El seguirme es para quitarme sufrimientos y aprender de lo que mi Padre quiere que el hombre haga”.
Desperté, oí:
Teniendo el día las mismas horas, el día que no veíamos al Maestro, no veíamos acabar el día con la prisa que lo veíamos cuando con Él estábamos.
Sus Palabras, no podía el hombre mejorarlas.
Explicaba, que obediencia sin Amarlo, podía ser.
Pero al Seguirlo sin Quererlo, se volvían antes de pasar caminos de sufrimientos.
El Maestro podía y a veces hacían su Mando, aunque no quisieran, los que Él necesitaba que lo hicieran.
Pero que Lo amaran y Lo siguieran con Mando Poderoso, esto, no lo hacía Dios.
Él sí iba a buscarlos. Pero no los obligaba a que Lo quisieran.
Estudia: Obedecer su Mando, o Amarlo y Seguirlo.
Aquí siempre vas detrás y no dejas su Camino.
Entonces Él ya te manda porque tú se Lo has pedido.
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Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C4
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