jueves, 2 de noviembre de 2023

El profesor

En Sueño Profético decían:

No sabe más el profesor por ser profesor, si antes no aprendió lo que ya sabe el alumno. Antes de ser profesor debes ser buen alumno.Todas estas frases fueron dichas por Jesús, el Salvador de los hombres, a sus Discípulos, y sus Discípulos las cundían cuando iban enseñando a los hombres que querían aprender de ellos.

Dijo uno:

Una mañana, cuando mi Padre iba a su trabajo con un tío suyo que se dedicaba a la compra y venta de ganado, dice que al pasar por una plaza, estaban cuatro Discípulos del Maestro, y entre ellos Pedro, Pero que lo que más llamaba la atención era el hormiguero de chiquillos que tenían delante, y con la atención que oían y con las ganas que preguntaban. Se acercaron dos talentos, Uno conocido por “el abogado de grandes pleitos”, por sacar doble salario. Pues éste, amparado en su saber y creyendo que iba a callarlos, se acercó y dijo estas palabras:

   –Aquí es hablar por un descanso habiendo gente capaz de aprender lo pregonado. Pronto se acordó Pedro de las Palabras de su Maestro, y las repitió con tono un poco fuerte para que todos las oyeran:

   –No sabe más el profesor por ser profesor, si antes no aprendió lo que ya sabe el alumno.Y siguió Pedro:–Si eres buen alumno, serás buen profesor, porque ya sabes lo del alumno más lo que tienes que enseñarle. Estos niños serán grandes profesores del espíritu, porque aprenden de alumnos lo que nosotros les enseñamos, y serán profesores enseñando luego lo que su Amor a Dios les vaya enseñando. Los que aprenden de mayores les falta esta Enseñanza y ya son profesores sin enseñar el sentir que éstos, de niños sienten. Es el Maestro el que quiere la preferencia a los niños.

Desperté, oí:

¡Cómo quedaron los hombres

que riñeron a los Discípulos!.

Él se tenía por talento,

y por rudos a los Discípulos.

Pero llevaban con ellos

Mando y Aliento Divino.

Mi padre y mi tío abuelo

no fueron a su trabajo

y se quedaron con ellos. 

Les sirvió esta Enseñanza,

y las palabras de Pedro

no podían olvidarlas.

Que no fueron estas solas

que hoy se quedan dictadas.

***

Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C8 

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