En Sueño Profético hablaban de la publicación de este Caso hoy
único. Se vieron muchos periódicos, y ya presentaron uno con una página para
esto sólo. 
Dijo uno: 
Esto es lo que debería salir en
toda la prensa para que este Caso se conociera. Y estos mismos, que se
dedicaran a buscar toda la publicidad, entendiéndose ellos con ella. Esto sería
lo menos que a Dios deberían hacer, y ya Dios premio daría. 
Si el hombre pensara esto, el
miedo no se le iría cuando su cuerpo, con enfermedad, le llevara este recuerdo:
“Te vas a morir, ya no tienes remedio, otro va a disfrutar de lo que tú has
sido dueño”. 
Desperté, oí: 
La publicación es alegría que
Dios manda para que siga esta Enseñanza. 
Decían en la Gloria, que no se
deben dejar a los que pueden cundir Esto sin temor a nada. 
Aquí pueden ver que el Elegido
hace todo lo que puede hacer para que el mundo se entere de que existe Dios y
que Él espera al espíritu cuando el cuerpo muere. 
Todo el que pueda ayudar aquí y
la ayuda se esconda, peca el que de él se compadezca. 
***
Libro 47 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VI - C2 


 
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