En Sueño Profético decían: 
El Camino de Dios y sus Palabras
siempre serán los mismos: el pecado siempre será pecado; el adulterio,
adulterio; y el recato, recato. 
Su Camino será más ancho para el
que menos ame. El que ame, querrá el camino estrecho y despreciará el ancho,
porque el camino ancho es puesto por el hombre. 
El hombre siempre está sacando
algo de su cabeza para retirar de Dios. Y Dios siempre tiene su Poder enfrentándose
al hombre, recordándole que la Vida, cuando ahí acaba, Aquí empieza; que sus
Palabras son intocables; que Dios sólo hay Uno; que con una Palabra, sin más
Palabras ni más Mando, el mundo quedaría sin suelo ni tierra, o sea, el mundo
acabado. 
Dijo uno: 
Dios siempre tiene un Lugar donde
el hombre acudir pueda para oír de esta Gloria. El que no acuda, Dios no le
interesa. 
Desperté, oí: 
Profetas y Lugar
donde Dios hable del Cielo,
siempre tendrá Dios en la Tierra. 
Para que el hombre no dude
de la Gloria y su Existencia. 
Para que lo que hizo mal,
quede escrito en la Historia
y no se repita más. 
***
Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C7 


 
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