domingo, 21 de septiembre de 2025

La oración

Quedé dormida muy tarde porque no podía dormirme.

En Sueño Profético decían:

No se podía dormir porque el sueño le quitaban. Y se quería dormir para que el Cielo le hablara.

Es la oración la que llega cuando de verdad tú amas.

A la oración dicha sin la actuación que Dios manda, no le digas oración.

La oración dicha con Fe puede mover la montaña.

Dijo uno:

Los espíritus del mal persiguen a la oración. Al mismo Dios persiguieron cuando estaba en el Huerto haciendo Oración al Padre para la Salvación del hombre y el Perdón al pecador.

Tanta fuerza tiene el pecado, que al hombre lo retira de Dios, con armamentos de guerra o con fiestas paganas que ensucian la vida y ya de Dios lo apartan.

La oración te da fuerza, y Dios te ayuda a llevar aquello que tú no puedes aunque intentas tirar de él.

Desperté, oí:

Hay ladrones para quitar el sueño,
pero siendo ladrones,
los hay malos y buenos.

Ladrones y guardianes,
son de la Gloria,
y también del Infierno.

Los de la Gloria
te roban el sueño
y te llevan alegría.

Los del Infierno
te traen a la memoria
todo lo sucio pasado,
y te enferman el espíritu,
y la oración te han robado.

Los guardianes de la Gloria,
antes de que pienses sufrir,
con la Paz se te presentan.

Y te llevan una Luz
que a Dios ya sientes de cerca.

Mandan que quede dictado
que el empiezo del Mensaje
es orden que el Cielo ha dado.

***

Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C6 

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