domingo, 14 de septiembre de 2025

El saco

En Sueño Profético vi un hombre con un saco lleno de monedas. Al lado había otro hombre con otro saco, éste lo tenía lleno de papeles escritos y en todos se leía igual. Esto era lo escrito: “Esto lo hago por Ti, Señor”.

Dijo uno:

Los dos dueños de estos sacos tenían caminos distintos. Uno, cogió el camino material. Y el otro, el seguro, el de Dios, el Eterno.

El de las monedas, las cambiaba de un lado para otro. Había monedas que habían pasado por manos diferentes, todos habían sido dueños, y ninguno sin poder Aquí traerlas.

Trabajo, complicación de cuido, desvelo producido por el personaje “avaricia”. Este personaje pertenece a los muchos que hay en contra de Dios; personajes encargados de que dejen vacío el saco con estos Escritos.

“Esto lo hago por Ti, Señor”. Este saco es de un valor incomparable; lleno que tú haces con facilidad, cuando crees en este Dios y amas. Todo el que ama, antes de actuar, piensa en el equipaje que cogerá en su último viaje: viaje del mundo material al Eterno.

Desperté, oí:

Haz tu equipaje grande,
cuando éste sea para Dios.

Si la maleta es chica,
haz que el cofre sea mayor,
que por mucho que éste pese,
Dios te da el premio mayor.

Todo lo que tú hagas,
y digas: “Esto es por Dios”,
cánticos forma la Gloria,
dándole alabanza a Dios.

Cuando los ángeles ven
el equipaje asomar,
contentos abren las puertas
de esta Gloria Celestial.

Apunta y echa al saco,
pero echa sin dejar,
que el saco de las monedas,
Aquí no puede llegar.

***

Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - C7 

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