En Sueño Profético decían:
Del que Dios elige para enseñar, pueden todos hacer y vivir su Enseñanza. Su Enseñanza es antes de ser Elegido. Si el Elegido supiera que iba a ser Elegido, ya tendría varias discordias; ya sería saber lo que Dios hace y manda en su Gloria; ya sería Libertad sujeta, servir a Dios por fuerza, preso que no se escapa por sujetarlo los cerrojos y las puertas, que aunque no hubiera nadie, sabe que tiene que cumplir condena.
Esto es en el hombre, en la Tierra. Pero Dios tiene el mismo Amor para todos los hombres, en espera del que se lo pida con su comportamiento, dando respuesta a lo que le llegue en su vida.
Que esta respuesta pocos la dan a Dios queriéndose más acercar a Él, buscándolo sin protestas, dejando en Él una gran confianza puesta.
Esto es lo que el Elegido enseña, lo que todos pueden hacer.
Desperté, oí:
El Elegido es más veces envidiado,
que copiar sus actuaciones.
Dios elige y da Mando
cuando tú quieres ser
por Él mandado.
Que este Mando es pedido
cumpliendo antes su Mando.
Que cumplir sin tener Mando,
no es cumplir lo que has querido.
Ha sido decir: “Señor,
que yo esté siempre contigo.
Señor, contigo yo veo tu Luz;
sin Ti, oscuros caminos.
Si hoy tengo más peso,
más quiero estar contigo”.
Con este pensar que ejerzas,
ya quieres ser Elegido.
Ahora copia y ejerce
lo que vivió el Elegido.
Porque Dios, si tú no quieres,
no da el nombre de Elegido.
***
Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C6
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