miércoles, 8 de octubre de 2025

No hay sufrir mayor que el que te golpee tu amigo

En Sueño Profético decían:

Por mucho castigo que Dios diera al que Lo persigue siempre sería poco, porque el que Lo persigue siempre busca a otro y siempre estará pensando que aún Lo persiguen pocos. Esta es la forma de actuar de los mismísimos Demonios.

Dijo uno:

El que persigue no es que no ama, es que no teme que Dios lo pare o lo juzgue, porque se cree fuerte en poder diabólico, porque siente la protección de la coraza de Satanás, hasta que Dios lo ancla en cieno y ya son los mismos Demonios los que se devoran. Los que antes eran compañeros luego viven Infierno, porque los Demonios, en el mismo Infierno, se están devorando el espíritu sin cuerpo. Que esto no es castigo para lo que merecieron.

Desperté, oí:

Qué castigo tiene el Infierno para aquél que a Dios persiguió clavándole los pinchos y clavándolo en el Madero.

No puede tener pago, ni en la Tierra ni en el abismo, para quedar compensado el mal tan grande que hizo.

Por eso, ellos mismos se devoran y ya aumentan el castigo.

Porque no hay sufrir mayor que el que te golpee tu amigo.

***

Libro 69 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VIII  

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