domingo, 7 de agosto de 2016

Francisquito

En Sueño Profético decían:

Dios sabe el que puede,
el que no quiere,
y el que quisiera poder;
el que Le pide los medios
porque los medios no ve.

Dijo uno:

Primero tienes que amar,
y una vez que ames,
los medios los buscarás,
porque los medios tenías,
lo que faltaba era amar.

En cambio, hay quien ama mucho
y no puede hacer “na”,
pero está en oración
y ya mueve a los demás.

Dios sabe del que lo dice
y del que no dice “na”.
Dicen, que llamar a Dios
es ya dar a los demás.

Me contaba a mí mi madre, que había un hombre cerca de su casa –en la aldea que vivió cuando aún era moza–, que éste se levantaba y se sentaba en la puerta, y todo el que iba pasando le pedía que le rogara a Dios por su petición, y así lo hacía. Esta era su respuesta para todo el que le pedía:

“Yo pido lo que sea justo en el camino de Dios”.

Esto se cundió de unos en otros, y no había pecador que a este hombre le pidiera si no iba ya a dejar los pecados, aunque el hombre ya lo viera que se acercara a este hombre; que luego este hombre era el que llevaba a la Gloria a todo el que quisiera.

Desperté, oí:

Este hombre, Dios sabía,
que más no podía hacer.

Tenía para ir pasando,
lo justo para comer,
si se iba administrando.

Dinero no repartía,
pero tenía un contacto,
en el Cielo, noche y día.

No tenía que decir:
“Señor, no doy “na”,
porque me viene tan justo
y no lo puedo ganar”.

Dios sabía que no tenía,
pero hacía un buen papel.
Dios sabía que él quería
que nadie de aquella aldea,
ni un solo día quedara
sin buscar a Francisquito
para que de Dios le hablara.

Tenía una enfermedad,
de corazón decía el hombre.
Para Dios, no tenía “na”.

Desde chico, Francisquito,
compasión a todos daba.
Se le veía en su rostro,
que la vida se acababa.

Pues más de 80 duró,
y casi, casi, a la aldea,
en la Gloria la metió.


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Libro 6 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo I - C3

viernes, 5 de agosto de 2016

Soy Domingo de Guzmán

En Sueño Profético hablaban de la Publicación.

Decía Domingo:

¡Cuánta Libertad da Dios ahí! ¡Qué falta de Amor a este Dios el hombre tiene! ¡Qué poco piensa en el final, y que al mismo Dios tiene que decirle la verdad cuando este momento llegue, momento que no sabrá el que el momento le llegue!

El hombre no ha publicado porque le ha faltado amar. Dios siempre tuvo y tendrá su Palabra flotando hacia el hombre. Dios no puede consentir que ningún hombre diga: “Dios me habla para enseñar”, y la Enseñanza no sea dicha y explicada por esta misma Gloria, donde Dios Padre con sus Ángeles y Santos explica su Existencia. Si el hombre tuviera ansias de este Saber, el hombre no habría estado frenando esta Publicación. Este freno hubiera sido por el Lugar que recibe la Palabra –por querer cada hombre publicar a su manera–, empujado por el Fuego Divino.

El que en Dios cree, no le teme al hombre, porque el sufrir sin Dios supera a todo el sufrir que le pueda dar el hombre. El sufrir sin Dios es un sufrir sin apoyo y con disculpa ruin.

Yo soy Domingo de Guzmán y dicto para que escriban ahí, que el hombre no ha publicado por falta de Amor Aquí. Los defensores de Dios, que estudien frase por frase lo que le dicta este Dios.

Otra vez digo mi nombre: “Soy Domingo de Guzmán”. Otra vez repito lo que Dios ha dicho, que lo dictó otro espíritu: “Para tener obediencia, tienes que amar a este Dios o temor a Vida Eterna”.

Soy Domingo de Guzmán, que en esta Vida contempla al que cuando estuve ahí, sólo Le guardé obediencia.

Desperté, oí:

No es Domingo el que pide
que se publique el Mensaje.

Es el que manda a Domingo
que de esta Gloria hable.

Esa vida pronto pasa,
y el empiezo, empieza Aquí.

No hay Amor más demostrado
que a Dios le digas que Sí.

Este “Sí” con la obediencia
de la creencia de Aquí.

Este Mensaje es para todos,
bien claro lo dice aquí:
tienes que amar a este Dios
y pensar venir Aquí.

Soy Domingo de Guzmán,
otra vez lo dice aquí.


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Libro 8 - Dios No Quiere, Permite - Tomo I - C2

jueves, 4 de agosto de 2016

Crucifixión sin descanso

En Sueño Profético hablaban Juan y Tomás.

Dijo Tomás:

“No sé si debería repetir lo que se hace mal y es pena que el hombre esto repita. A todos los que nuestro Maestro, Dios y Hombre, habló en ellos y habla, intentan hacerles como al mismo Dios Le hicieron. Sería la palabra: crucifixión sin descanso. Desde el Nacimiento de Dios Hijo, se veía que era Dios Padre. Y siempre que Dios coja a un Instrumento, se ve que es manejado por Dios. No tienes nada más que dar cierre a tus ojos y oír sus Palabras, y ves a Dios”.

Dijo Juan:

“En el Maestro, quien Lo amaba, siempre veía a Dios. Un día, cuando yo iba con Él, se acercó uno y Le dijo:

   –Maestro, mi madre cuenta que Tú eras chico y que un día se emparejó contigo, y que le sanaste a un hijo que ella llevaba en brazos; que Tú lo descubriste por ver la cara, pues lo llevaba arropado e iba en busca de una mujer que con una oración que al Padre le decía, sanaban los niños.

Quedó el Maestro parado y le dijo estas Palabras:

   –Sois cinco hermanos, y tú eres el que Me buscarías. Ya se cumplieron la Palabras que oí de mi Padre cuando lo desarropé para echarle mi Aliento: “Su espíritu permanecerá ahí hasta que tu Doctrina aprenda y enseñe”.       

Esto se cundió para el que amaba. Para el que no amaba, no le hicieron amar ni las tinieblas que vio después de su Crucifixión.

Desperté, oí:

Cuando vieron las tinieblas, creyeron que era Dios, pero el que no amaba, no amó.

El que amaba vio prodigios antes de que Él viviera de Hombre.

Luego ya fue el prodigio para todo el mundo, cuando vieron cumplido lo que tanto habían anunciado los Profetas.

Sabían que fue obra del Espíritu Santo: Dios en Espíritu se crea una Carne ya dentro de otra Carne.

Esto sólo podría repetirlo Dios, Dios Omnipotente, Poderoso y Único.


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Libro 10 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo I - C4

miércoles, 3 de agosto de 2016

Estos Libros sean vendidos

En este Sueño Profético hablaban de los Libros. Decían:

Estos Libros son vendibles, por ser Dictado y Palabra de Dios. Esta divulgación de la Palabra de Dios detendrá el pecado, y hará que muchos no lo vivan. Hablando mucho de Dios, alejas el pecado y, por consiguiente, tú te retiras. Estos Libros, tendrás que repetirlos en varias ediciones, siendo su contenido de un valor eterno. Habrá quien los compre por ver, y después de ver, ame. Y habrá quien los compre pecando, y después de que los lea, llore. Y ya, el que amando los compre, irá con los Libros buscando al que ame, para que también los compre y haga que amen.

Desperté, oí:

Estos Libros sean vendidos en librerías.

Por mucho agradecimiento material que tengas, tienes que cobrar el Libro.

Estos Libros sean pagados.

Así verás quién quiere leer sus Palabras y quién quiere echar paso atrás.

Dios te paga tu salario en Sabiduría.

Y el hombre, que pague esta Sabiduría, para el servicio que tú le haces con ella al hombre.


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Libro 7 - Investigaciones a La Verdad - Tomo I - C7

martes, 2 de agosto de 2016

Vive Presencia de Dios y nada verás pasado

En Sueño Profético hablaban del tiempo, de lo que pasó, de lo que esperas que venga, de lo que tienes delante, de lo que lejos te dejas, de lo que el hombre se aparta sabiendo que bien le renta.

Dijo uno:

Es que al hombre siempre lo manejan, como no practique los Mandamientos de Dios, para que viva mal aunque él, en el momento, no lo vea. Al hombre visión y reflejos se le empañan cuando no comparte pensamiento y acción con Dios y ya queda como animal que no es doméstico, porque el animal que admite enseñanza teme castigo del hombre, aunque no tenga ni sentimientos ni inteligencia por no vivir en él el espíritu. Pues peor que el animal queda el hombre, ya que si le falta amar a Dios, como Dios deja Libertad, no teme castigo y hace su vida peor que el animal al que le dan castigo.

El hombre sin practicar las Leyes de Dios será la destrucción de su misma persona, se condenará él mismo por su mal vivir y su mal ejemplo, se cansará de correr y a Dios tendrá descontento y cuando quiera parar la vida, que sin querer ha llevado, entonces dirá: “Dios mío he vivido equivocado”.

Desperté, oí:
Con estas aclaraciones tiene el hombre que aprender.

Con estas comparaciones es fácil el retroceder.

El hombre baja de clase en el tiempo que otros pasan y esperan el venidero con alegrías y agrado.

Pero el tiempo, en el camino, a los hombres está esperando para decirles que Dios no tiene tiempos pasados.

Que no crean que Dios fue un Dios con tiempo contado y unas Leyes que mandó y Lo dejaron fracasado.

Dios es Amor Puro, Eterno, y no admite el pecado.

El hombre intenta quitarlo y Dios responde en Poder.

Que el que Lo quería lo apartó.

     - Mi tiempo no son aquellos ni los que estás esperando. Mi tiempo siempre es presente y en mi Gloria doy el Mando.

Nunca digas “lo de Dios pertenece al pasado”, porque vivirás la vida a empujones y tropezando.

Y tú mismo te dirás: “¡Qué malo es vivir a empujones, esperando otro vivir, porque hoy me encuentro fracasado!”

No pienses en tiempos que vengan ni digas tiempos pasados.

Vive Presencia de Dios y nada verás pasado, porque la Gloria de Dios no puede cambiar sus trazos.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

lunes, 1 de agosto de 2016

La Fundación en la JMJ 2016

La Fundación Ana García de Cuenca ha estado en la JMJ. Varios de sus miembros han visitado la ciudad Polaca de Cracovia donde tuvo lugar una misa multitudinaria en la espectacular explanada bautizada como Campo de la Misericordia y ante más de un millón y medio de personas que pasaron toda la noche allí tras la vigilia del sábado.

Para la ocasión, se ha dispuesto de una caravana, pancartas de gran formato, camisetas serigrafiadas, banderolas, dípticos en varios idiomas, etc. Estamos muy contentos de haber dado a conocer esta Obra a tantas personas, entre ellos, miembros de la Iglesia.

A continuación os dejo con una recopilación de imágenes de esta enorme y complicada iniciativa, que con el esfuerzo de estas personas, estamos cada vez más cerca de que la cara de Anita sea reconocida en cualquier parte del mundo.



Dios dicta Filosofía de Aquí

En Sueño Profético decían:

Hoy dictamos pensamientos de un filósofo y sentencias para el que las oye:

Si siempre, siempre, amaras,
nunca, nunca, pecarías.

Si pecaste sin razón,
no creías en este Dios,
y si razón crees tenías,
un pecado hiciste
y llanto para toda la vida.

Hay cosas que hiciste mal,
que sirvieron para que otros
no hicieran ese pecar.
Éste es el arrepentido,
que ya no peca jamás.

Yo creo que el hombre hace,
a veces, las cosas mal,
por no pensar en la muerte,
que es lo que hace frenar.

Aquí dicto yo una frase
que me la mandan dictar:
“Tendría que ser deshonra
el hombre que ahí viviera
sabiendo que pierde la Gloria”.

Debía el hombre que ama,
y que eso fuera normal,
no sentarse a la mesa
del que en contra de Dios va.

Esto habrá quien lo lea
y le haga su pensar.

Deben estar distanciados,
el que ama
y aquél que no quiere amar,
porque dos piernas que muevas,
no puedes paso cambiar,
tienen que ir los dos pies
por el mismo caminar.

Si lees esto despacio,
seguro te hará pensar.

Estos pensamientos sirven
para dejar de pecar,
para que vayas borrando
todo lo que haces mal,
para que ahí te descubras
lo que Aquí quieres tapar.

No hay hombre que sienta a Dios,
y luego el sentir lo pierda.

No hay hombre que sea de Dios
y quiera al que a Dios no quiera.

Desperté, oí:

¿A que tú nunca has pensado
lo que Aquí dicen que pienses?

¿A que tú, este pensar, si lo piensas,
a Dios Lo quieres?

Cada pensamiento es
para que pienses, y pensando,
pienses lo que tú pensabas,
que tú mismo te hacías daño.

Estos pensamientos son
para imprimir y publicarlos,
y que el mundo todo piense
lo que nunca había pensado.

Esta es Filosofía
de filósofos que amaron a Dios,
estando en la Tierra.

Esta es Filosofía,
que si tú quieres, tú piensas,
en la muerte, en la vida,
pero vida, Vida Eterna.

Dios dicta Filosofía de Aquí,
de esta Eterna Gloria,
para que el hombre, al pensar,
le venga a la memoria
que la muerte llegará.

Pero por mucho que piense,
el día no lo sabrá.

Piensa esta Filosofía,
y muerte no habrá jamás.

Porque Dios, al que Lo quiere,
Aquí le da Eternidad.

Los filósofos de ahí,
que se pongan a pensar,
para que luego Aquí Dios
los coja para dictar.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo II - Preámbulo