En Sueño Profético yo decía:
“Señor, que todos hagan lo que yo digo, que es lo que Tú quieres. Cuando lean todo lo que yo he escrito, que Tú me lo has dictado, verán esta Gloria. Yo quisiera que la hubieran visto en un principio, para que hubieran muchos siguiendo tu Mensaje”.
Dijo uno:
Mensaje comunicado, ni oído ni escuchado, nunca digas: “Yo, a Dios he amado”.
El que tiene cerca el Lugar donde Dios habla al hombre, éste no tiene palabras para decir disculpas que él no quedará culpable de no oír al Comunicante. Dios sabe el porqué de no oírlo. Esto ocurrió siempre: oyó el que amó, nunca seguía al Maestro el que no Lo amaba. Primero tenían que amarlo, y luego buscarlo, y una vez que Lo encuentras, Él te da su cometido, cometido duro si no amaras. Por eso Él recomendaba mucho estas Palabras: “Amaos como Yo os he amado”. Estas Palabras recomendaba, porque si no había Amor, no sufrían por los pecadores. Él había venido porque mucho amaba y quería que no se perdiera ningún hombre.
Desperté, oí:
Con Amor puedes hacer que a Dios conozcan.
Con Amor puedes hacer que ya no pequen.
Con Amor puedes llevar al pecador a que a Dios le suplique su Perdón.
Con Amor sufres cuando ves que a Dios no buscan y buscan donde hacer pecados.
Con Amor esperas con paciencia lo que en otro sería desesperación.
El Amor es la vestidura del espíritu, uniforme de Dios.
Dios enseñó a amar sabiendo que muy pocos amarían.
Él enseñaba cómo vivía en su Gloria.
Si el hombre Gloria no quería, a amar nunca aprendería.
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Libro 7 - Investigaciones a La Verdad - Tomo I - Pag. 147-148-149
AMAOS COMO YO OS HE AMADO supone amar a Dios para poder amar al prójimo.
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