En Sueño Profético decían:
Para saber si Dios habla, estudia primero el temple. Este temple es único, sin alteraciones. Este temple saca de sitio al espíritu contrario. Su trato es bullicioso y siempre contento; contento que va traspasando el obstáculo de la carne y humillando a ésta a que quede el espíritu de dueño y señor, dándose grandes transformaciones en el que sigue al Profeta.
El que a Dios se acercaba, de Dios se llevaba. A Dios desprecia el que no Lo necesita; no Lo necesita el que en lo material todo le sobra; y todo le sobra porque no conoce al Prójimo; y no conoce al Prójimo porque no conoce a Dios. Dios es Prójimo, y Prójimo es Dios. Hay quien busca a Dios sin ocuparse del Prójimo. Aquí se esconde Dios. Y sí se te aparece, cuando buscas al Prójimo sin acordarte de Dios. Este dogma tiene clausura. Él dejó a la Madre y se ocupó del Prójimo. Esto era la Voluntad del Padre. Por eso dicho está: “Donde hay un enfermo o pobre, allí estoy Yo”. Hay quien buscaría a Dios si este Dios no le pidiera cuentas.
Desperté, oí:
Si el hombre pensara que su mecanismo está todo en un Sí de Dios o en un No, vería lo poco que sabe.
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Libro 7 - Investigaciones a La Verdad - Tomo I - Pag. 247-248
Buscamos a Dios sin darnos cuenta de que está entre nosotros, tras su disfraz de pobre o de enfermo.
ResponderEliminarEste temple en el Profeta es Don del Espíritu Santo,siempre que Dios está en un espíritu tiene que destacarse el Temple, éste mantiene la Paz haciendo venero de ella, para que todos los se acerquen se la lleven.
ResponderEliminarCuantos milagros ha hecho El Señor en la historia donde se ha visto Su Rostro en la cara de algún enfermo o pobre necesitado
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