En Sueño Profético hablaban de Teología, diciendo:
El teólogo que ame la Teología, busca esta Teología.
La Teología que aprendes del hombre no puede ser comparada con la que aprendes del Profeta; la del hombre es dicha por Dios; la del Profeta no es “dicha”, es “Dios hablando”; agua que te llevan de la fuente, y agua que tú bebes en la fuente. El agua que te llevan tiene medida; la que tú bebes en la fuente es sin tasar. Y si tú tienes la fuente en tus manos teniendo sed, ¿cómo despreciar esta fuente y suplicar que te den la gota? Si oyeran, hablarían; y si hablaran, enseñaban; y el que aprendiera, no callaba. Este hablar Aquí, emborracha ahí.
Desperté, oí:
Reverencia lo que Dios dijo, y besa lo que está diciendo.
Dios nunca hablará para que el hombre lo calle.
TOMÁS DE AQUINO
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Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - Pag. 14-15
La Teología que aprendemos del hombre requiere cultura. La que aprendemos de Dios requiere sólo Amor.
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