En Sueño Profético decían:
Para tener trato con el que está pecando, tienes que estar muy lleno de Amor de Dios, y tu trato lo lleva a que él ame, y lo quitas del pecado. Pero si tú no estás bien acorazado, ten seguro que tú pecas también. Si tú no vas con intención de quitarlo, ya estás tú en el sitio del que está pecando: postura en contra de Dios.
Acercarse al que no hace lo que Dios tiene mandado, es reforzar el mal. Tú tienes el deber de quitar al que está pecando del pecado; sólo con tu buen ejemplo, lo retiras de que peque. El que está con Dios, no puede ver pecar y quedar indiferente, porque siente el mal que a Dios Le están haciendo.
Cuando Dios Hijo veía que no hacían lo que el Padre mandaba, Él cogía otro camino, camino que Lo llevaría a sitio que había pecadores y donde Él se presentaría como Dios. Pero si no era su Palabra oída y puesta en práctica, una vez que ya sabían quién era, también abandonaría aquel sitio que no daban gracias al Padre por haber mandado al Salvador de los pecadores.
Desperté, oí:
Salvador de los pecadores, Consuelo de los afligidos y Bálsamo de los que sufren por Él.
Bálsamo que cura la llaga que producen las ofensas del que no ama, al que ama.
El que no ama se sienta en la mesa del que ama.
Pero el que a Dios ama, no llega a la mesa del que no ama.
Si buscas al que está pecando, mide primero el Amor que a Dios tú Le tienes.
Si tu medida no da el máximo, pide y ruega a Dios por él, pero no te acerques.
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Libro 8 - Dios No Quiere, Permite - Tomo I - Pag. 177-178-179
Cuando las defensas son bajas, podemos ser contagiados. Si estamos acorazados por el Amor, contagiaremos.La Oración hace coraza y repele el pecado.
ResponderEliminarLa acción de Amor al Prójimo con la Oración, es el medicamento que cura la enfermedad del espíritu.
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