En Sueño Profético oía cantar coros que todos parecían una misma voz.
Dijo uno:
Éstos son cánticos de Gloria; estos coros son espíritus; estos espíritus alaban la Palabra de Dios Padre; este Eco no llega a la materia.
Aquí Dios trae espíritu, extracto, y recibe esencia Divina. Aquí no hace falta el cuerpo. Aquí no hace falta la inteligencia. Aquí no hace falta venir sabiendo saber material. Aquí no hay recibimiento para la materia. Dios utiliza en el momento preciso la materia para que el espíritu arrobado enseñe, explicando Visión de Enseñanza. El Mundo Eterno no precisa materia. El Mundo Eterno precisa espíritu, que esto es Eternidad. Dios, Poder y Palabra, pone la materia delante del espíritu, haciendo que desaparezca la materia después de la Enseñanza.
Aquí puede el hombre comparar: materia vista ante el hombre no puede comunicar con el espíritu. El espíritu, invisible a la vista del hombre, manda y mueve a la materia. Esto es Poder de Dios desde esta Gloria.
Dios para hablarle al hombre tiene que hacer que el que se comunica vea y sienta materia, porque a materia va el Mensaje, y para materia es la Enseñanza. Si este espíritu arrobado, no siente ni oye voz, ¿cómo explica esta Grandeza?, ¿cómo dice oía yo?, ¿cómo contesta a la pregunta: tú oías voz? Tiene que oír y ver para dar la explicación. Que todo esto es sentir esta Presencia de Dios.
¡Pero es tan imposible enseñar sin ver ni oír explicación...! Porque el sentir de la Gloria es Impregnación de Dios. Imposible –si no explican y te hacen la Visión–, poder tú contar Arrobo.
Desperté, oí:
¿Quién podría escribir
sin dictarle este Dictado?
¿Quién podría afirmar:
Dios mismo me Lo ha dictado?
¿Quién podría decir:
que estudien lo que yo digo,
que me lo dicen a mí?
Que estudien y vean el temple
que Dios me deja seguir.
Que estudien todos los Temas
y a Dios Lo verán ahí.
No hay quien escriba esto,
que tenga materia,
y deje que lo repasen,
sabiendo que nada encuentran.
Lo que sí encontrarán
son clases por Dios “dictás”.
Gloria que no manda el hombre,
que viene el hombre que adora.
***
Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pag. 31-32
Si en la Gloria no hace falta materia, ni inteligencia, ni cultura, deberíamos replantearnos dónde estamos poniendo la energía,el interés y el tiempo.
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