En Sueño Profético vi el campo, y Dios Hijo les explicaba a los Discípulos señalando el suelo:
–¿Veis este trigo? Fue hace dos día sembrado y ya levanta un palmo del suelo. Esto es terreno fértil.
Anduvimos unos metros y nos dijo:
–Aquí también sembraron. Yo pasé en el momento de la siembra y le dije al sembrador estas Palabras: “Echa la semilla donde la tierra no le dé sepultura”.
Siguió el sembrador con su faena y ni paró para Mirarlo. Pasaron días y días y aquí no salía ni un grano, entonces el sembrador fue pensando y recordando: ¡Qué razón tenía aquel Hombre cuando se vino a mi lado, y no quería que sembrara porque no vería su tallo! Todo fue falta de Amor, falta por yo no Amarlo, falta por no querer hacer lo que Él me había mandado. Que Él conocía el terreno antes que fuera sembrado. Al que le habló antes que a mí, éste sí Le hizo caso, y tuvo recolección como no tuvo ningún año, porque sus Palabras iban envueltas en cada grano. A Él le guardó obediencia y Él le bendijo el campo.
Desperté, oí:
Aprende del sembrador
que le guardó a Dios obediencia,
y tendrás recolección.
Recolección que repartes
para otro sembrador,
sembrador que tú ya sabes
que tiene obediencia a Dios.
Es mejor que obedezcas
todo lo que diga Dios.
No por ti, no por el campo,
no por la recolección.
Tienes tan sólo un motivo,
que obedezcas porque es Dios.
Y ya con esta obediencia,
Él te manda su Perdón.
Y quedarás como ejemplo,
como quedó el sembrador.
***
Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo I - Pag. 88-89-90
Ignorar las indicaciones de Dios es no creer en su Poder.No obedecerle es no amarle.
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