En este Sueño Profético explicaban de la rapidez del espíritu. Decían:
El espíritu es más rápido que el pensamiento. El pensamiento es rápido, pero sin poder realizar. El espíritu es veloz y realiza. El espíritu puede, en una décima de segundo, vivir y traer noticias de la vuelta al mundo. O sea, el espíritu recorre el sitio que haya más lejos de donde se encuentre con materia, antes de decir una palabra.
Dios actúa en este espíritu y ya todo es presente. El espíritu ve cómo es la persona, pero sin materia. La materia es la que ensucia al espíritu. Dios tiene a estos espíritus en diferencia a todos los demás. Lo que este espíritu vive, de no ser por Dios, no tendría retorno a la carne. El espíritu, una vez que suelta la materia, es muerte conocida por el hombre.
Desperté, oí:
Si el hombre pudiera tomar parte en estas actuaciones de separación de espíritu, el hombre daría por muerta esta materia.
Pero Dios la mantiene tantas veces Le sea necesaria.
El espíritu sin carne no puede enseñar al hombre.
Dios tiene que traer sólo al espíritu a su Gloria.
Pero al comunicarse tiene que haber materia.
Dios no puede enseñar donde no hay materia.
Porque ya están enseñados y metidos en su Gloria.
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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - Pág. 46
A lo largo de los siglos, Dios no deja de enseñarnos para que no caigamos en el engaño de la tierra. Pero tampoco nos quita libertad.
ResponderEliminarSabiduría aplastante, AMEN.
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