En Sueño Profético hablaban de la Fe, de su fuerza en el que Fe tenía. Decían:
La Fe es grande amiga de la vida.
La vida, donde falta Fe,
ya se lleva la alegría,
porque la vida
es una Palabra de Dios,
y si te falta la Fe,
sabes que a Dios Lo disgustas.
Y ya te falta la Paz,
que es tan precisa en la vida
como el aire que respiras.
Sin aire no hay vida.
Y sin Paz,
quítale el nombre de vida.
La Fe y la vida,
siempre tienes a Dios delante,
oyendo lo que tú pidas.
Pero tienes que pedir
con Amor y con alegría,
con la Confianza puesta
en el Dueño de tu vida,
y aceptar, sin ofender,
lo que te llegue en la vida.
Que si te llenas de Fe,
jamás de Dios te retiras.
Desperté, oí:
La Fe te hace que vivas,
y ya, tú, vas agrandando o achicas.
La Fe es el grande refuerzo
que admite tan sólo la Confianza.
Te hace que veas aquello
que tapa desconfianza
y te retira del Cielo.
Con la Fe no acaba el camino
porque no llegó
aquello que tú esperabas.
Hay veces que Dios premia
a tu grande Confianza,
cuando tú dijiste:
“Bueno, yo no pierdo la Esperaza.
Ni la pierdo, y cada día
más grande es mi Confianza”.
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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 205-206
Señor que no me falte tu Fe, que es la que me lleva a vivir solo para ti.
ResponderEliminarFe es sentirse querido, protegido y guiado por Quien todo lo puede. Con Fe no existen imposibles pero también exige la aceptación de la Voluntad de Dios.
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