En Sueño Profético comparaban espíritu y cuerpo; vida de ahí y Vida de Gloria. Decían:
El hombre cree que el cuerpo
es el que le da la vida.
Y no sabe que es la muerte,
que siempre la lleva encima.
Que cuidándolo y sin cuidarlo,
tiene una fecha y un día.
Y un momento de parada,
y ya nadie resucita.
Ya lo verás, viejo o joven,
echarle la tierra encima.
Pero esto nadie piensa,
ni el de abajo ni el de arriba.
Que ahí es la diferencia
de escala o categorías.
Aquí te trae el querer
cuando ahí tuviste vida.
Y te dejaste con el cuerpo
tu clase o categoría.
Por eso enseñan en Gloria
que el cuerpo y esa vida
no hay que cuidarlos tanto.
Que lo que Aquí te da entrada
es lo que nunca termina.
Espíritu que a Dios ama
en cumplir lo que Él diga.
Dijo uno:
La formación del espíritu,
el hombre la necesita.
El cuerpo no actúa bien
si se olvida que el espíritu
es el que manda en él.
Y un día lo abandona,
cuando Dios el Mando dé.
Por eso, todo el gran cuido,
al espíritu tiene que ser.
Desperté, oí:
Puede que muchos pregunten
que cómo el cuido tener.
¡Pues siendo Dios lo primero,
que fue el que te dejó nacer!
Y que si tú a Él prefieres,
con Él te vas otra vez.
La carne es la que engaña,
para el espíritu perder.
Engaña con el pecado
de lo que no manda Él.
Engaña con el consejo de:
¿quién ha visto a los muertos
después que entierren el cuerpo?
Que este pensar debía de servirles
de grande meditación cuando pensaran:
“Mi cuerpo no puede llegar a Dios.
El que llega es mi espíritu
si lo tuve alimentado
con la Palabra de Dios”.
¡Hombres de grande cultura
dan preferencia a la carne
y al espíritu olvidan!
Luego les llega la muerte
y los convierte en basura.
Si este Mensaje leyeran
a cualquier hora del día,
podían utilizar
la palabra “cultura”.
***
Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - Pág. 158-159-160-161
El cuerpo es templo del espíritu. El cuidado del cuerpo está en función del espíritu que lo habita, y el cuidado del espíritu es luz y paz para el cuerpo.
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