En Sueño Profético hablaban de cómo Dios actuaba en el hombre. Decían:
Respuestas de Dios y actuaciones, para comprenderlas, tienes que presentar Amor como llave para abrir puerta. Si su Amor te falta, tú ya no comprendes lo que de Dios vaya, y quieres subir o bajar la tapia queriendo enmendar lo que Dios ya manda. Esto, en el mandar.
En el permitir también hace falta Amor y confianza para tú seguirlo. Y tu petición sale con más ganas, y esta petición ya puede y alcanza.
Las cosas de Dios no tienen estudio ni comparación para que tú digas: “allí así pasó”.
Dijo uno:
Dios no actúa en la desconfianza. Si tú confías en Él es porque Lo amas, y ya te llega aquello que tú esperabas. Viviendo con la confianza en Dios, siempre regalos Dios manda.
Desperté, oí:
Regalos que tus heridas las tapa.
Los regalos que Dios manda
le molestan al hombre
que a Dios no ama.
Dios Poderoso
te agranda los caminos
o te los achica,
te hace el día noche
o la noche día.
Si la confianza en Dios
el hombre la practicara,
ya no podría vivir
dando a Dios la desconfianza.
Si confianza no vives,
piensa que a Dios Lo enfadas.
Si confianza te falta,
vives grito en la montaña.
***
Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C5
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