En Sueño Profético decían:
Dudar del Poder de Dios es no saber lo que es Dios. Que esta duda la heredan de generación en generación.
Dijo uno:
La duda tuvo Perdón cuando Dios anunció su Venida por los Profetas. Aquí podía presentarse duda en el que le faltara creencia de la Existencia de Dios. Pero después de su Venida, su Presencia la tuvieron pobres y ricos, niños y hombres. Que a esta Presencia Le obedecieron los mares, para que el hombre viera que no era poder del hombre, poder de Tierra. Hizo andar al paralítico y buscó a pecadores que querían Conocerlo y no podían Seguirlo por el mal que habían hecho. Pero hoy, con los escritos que hay e imágenes de hombres que vivieron, a los que Dios eligió para que el hombre siga con su Presencia y recuerde las Palabras que dejó en la Tierra:
“Mi tiempo se ha cumplido y Me voy con Cuerpo al Padre, pero mi Espíritu siempre estará con el hombre que quiera mi Presencia”. Pues si esto dijo Dios Hombre, y después de su subida al Cielo el hombre venera a tantos santos conocidos, ¿cómo en esta Enseñanza, en la que Dios comunica su Espíritu, pierde el tiempo el hombre desmintiendo y no cundiendo lo que hoy aquí está pasando?
Desperté, oí:
No tiene disculpa el hombre para que cuando muera su cuerpo –después de ocurrir este Caso tantos días, tantos meses y tantos años– presentarse pidiendo este Reino Prometido.
Dios siempre tendrá a un espíritu que mientras que viva el cuerpo pueda decirles a los hombres: “Dios es Vivo, Dios no es muerto”.
Después de Dios vivir con Cuerpo y hacer el hombre todo lo que hizo y que aún lo sigue haciendo, no puede Dios darle Gloria a cambio de este desprecio.
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Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C6
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