En Sueño Profético decían:
¡Cómo no se dará cuenta el hombre de que Esto es movido por Dios!
Era para que viviera momentos de arrepentimiento, por si pudieran tener aún salvación los que hace muchos años han debido cundir: “Esto está Dios hablando”.
Aquí no hay escondrijo. Aquí no se piden cargos. Aquí lo que no se puede es tener Esto oculto, ni que el hombre llegue a reformar una palabra que él crea mejorarla. Éstos quedan apartados.
Dios manda que dicten, y manda Sabiduría al espíritu del Elegido, que es para Enseñanza. Ya, la lengua da el sonido, pero no Sabiduría. La Sabiduría sale del espíritu. Esto es tambor y palillos, que si el tambor no suena, no hacen ruido los palillos. El ruido es del tambor, no de los palillos. Esto es lengua hablando, si no tiene la Sabiduría del espíritu. En Esto, el espíritu entregado a la Voluntad de Dios, siente Paz con alboroto.
Desperté, oí:
No hables del Instrumento
y exígete tú mismo
leer detenidamente
estos Escritos.
Y una vez que los leas,
tienes que cundir
que no son escritos
dictados en la Tierra.
Que en su contenido ves
la Luz Divina,
Poder de Dios y Fuerza.
Esto es sufrimiento para el Elegido,
y de vergüenza para los de cerca
que esta Grandeza tienen
y no hacen caso de ella.
Pero el Poder de Dios
deja en silencio a la Tierra,
y su Palabra conmueve
montañas que se pusieran
a que silencio le guarden
al que Él trae a su Gloria.
***
Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C4
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