En Sueño Profético decían:
Lo de Dios no tiene cambio, ni lo del hombre tampoco, si lo del hombre lo pones en no poder cambiar lo que él cambiar no puede, que son las fuerzas que al Mando de Dios oye, que a otro mando ya son sordas. Lo de Dios no tiene cambio, porque Dios cambio no pone, que es el único que puede donde hay día poner noche, y hacer que choquen las nubes y escandalicen la Tierra.
Lo de Dios no tiene cambio, porque Dios al hombre ama. Y el cambio tendría que ser que Dios la Gloria cerrara cuando el traje del espíritu enfermara, muriera y ahí enterraran.
Todo lo que le da la vida al hombre, no tiene cambio. Y lo que Dios quiere que hagas, tampoco tiene cambio, que es el Amor y la Caridad al Prójimo, donde siempre encontrarás a Él. Algo que es vida sin tierra, algo que no puedes comprar ni vender, aunque quieras.
Desperté, oí:
Dios quiere que no mates.
Dios quiere que no robes.
Dios quiere que tu cuerpo
no sirva para que otro peque.
Si vives Prójimo, que es Dios,
tú jamás rompes sus Leyes.
Esto, para vivirlo,
tienes que pensar en la muerte.
Y alargarte este pensar,
pensando:
Dios, Dueño del Universo,
que espera al hombre en su Gloria,
cuando ahí ya lo vean muerto.
***
Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C3
Un compendio maravilloso de los Mandamientos de la ley de Dios.
ResponderEliminar