El cuerpo es portavoz de lo que el espíritu quiere

En Sueño Profético decían:

El hombre no puede avanzar en lo que él quiere el avance. El hombre, si es de Dios, avanza y hace que otros avancen en creer y buscar lo que en la Tierra no hay, que es Amor a Dios y caridad donde caridad hay que dar poniendo las cosas de Dios delante.

Dijo uno:

No hay caridad mayor que al hombre puedas darle, que presentarle en sus manos estos Dictados y decirle: “¿Tú has leído estos Mensajes?”. Ya, el que los lea, verá que éstos no son hechos por el hombre.

Aquí queda al descubierto el que dice que ama o que cree. Amar, sin acudir, no se puede. El Amor a Dios te obliga a que te presentes, pidiendo que te de mando el que estas Comunicaciones tiene.

¿Cómo vas a amar a Dios si pudiendo no cundes este Evangelio dicho al espíritu y luego al espíritu y al cuerpo?

Dirá el hombre que esta Gloria está siempre repitiendo que no puedes querer a Dios y vivir dándole desprecio.

Desperté, oí:

Justifica el que más ama,
el que más coge este Amor
con más fuerzas y con más ganas   

El que no tiene descanso
y se siente responsable
al no cundir estas Palabras.

Cuando ya las deja en sitio
para que escándalo den,
mira al Cielo como hambriento
deseoso de comer.

¡Qué lástima que los hombres que pueden,
no vean esto claro
porque no lo quieran ver!

Que no preparen palabras
cuando la muerte les llegue,
que la disculpa está ya preparada
para que se niegue.

Dios les deja Libertad
mientras el cuerpo se mueve.

Con él queda la mentira,
la verdad Aquí se viene.

El cuerpo es portavoz
de lo que el espíritu quiere.


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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C1