En Sueño Profético decían:
Tiene que llegar el día que el que tanto te desprecia grite ahí pidiendo perdón y Aquí encuentre sordera.
Lo están haciendo tan mal, que el pago del mal que están haciendo lo empezarán a pagar ahí en la Tierra. Que muchos ya están pagándolo, pero por mucho que paguen, no terminarán la cuenta de todo el mal que hacen.
¿Cómo pueden alejarse de este Contacto Divino? ¿Cómo no les da pensar, que la muerte es atrevida porque lleva este Mandar, y puede llegarles un día, sin aviso y sin llamar, y sin poder coger nada para a la muerte pagar y que les alargue la fecha?
Dijo el Mando de Dios en un espíritu:
Se ve tan claro que Esto no es de la Tierra, como el ave que le ves dos patas, y cuatro a la cordera. ¿Cómo desmentir que el ave no tiene dos, y que cuatro la cordera? Pues más claro se ve aquí que a este espíritu Dios lo trae a su Gloria para premiar a los hombres. Que el Premio no es para el Instrumento que trae. Si el Premio fuera para el Instrumento, no se enteraría nadie, porque no habría Dictado de Enseñanza.
Este Premio no es Premio para ella, pero es Premio más grande.
Desperté, oí:
Es Premio más grande,
porque al que quiera Amor de Dios,
Amor reparte.
¡Pero qué dura labor,
labor de ver que a Dios no amen!
Y querer no seguir,
y el Amor empujarle.
¡Cómo hablaban en la Gloria del hombre,
que teniendo Esto en sus manos,
lo desprecia y no lo quiere!
La disculpa no la tienen,
porque hablan los Escritos.
Y teólogos y literatos
no pueden desmentirlos.
Porque ven que Esto es Gloria
de Dios Padre y de Dios Hijo,
y el Espíritu que manda
es el que hace el arrobo.
Que es lo que prometió a los hombres
antes de subir a los Cielos.
***
Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C1
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