En Sueño Profético hablaban de los Elegidos. Decían:
Si el hombre pensara lo que es Elegido, no diría ni pensaría ciertas palabras.
El Elegido de Dios tiene que tener contacto donde no hay muertos, aunque ahí le hicieron entierro. Tiene que estar preparado para toda clase de sufrimientos. Tiene que sentir contacto de lo que nadie puede sentir ni verlo. Dios presenta su Poder en cualquier movimiento. Te retira o te acerca, y te lleva a lo secreto, que tú tienes por secreto.
Lo que cualquiera no sufre, tú tienes que ir escondiendo. Es un caminar bien duro, y a veces de sustos grandes, porque estás viendo normal algo que no hay y que no está viendo nadie. Esto te alborota el espíritu, y este alboroto pasa al corazón, que es la carne, y te dan palpitaciones, avisando que hay alguien.
Desperté, oí:
Decían en el arrobo, que quién podía inventar: “Yo veo, oigo y siento cosas que en la Tierra no son normales”.
Que esto, antes de los arrobos empezar a explicarlo, buenos sustos lleva el cuerpo, sin poder a nadie contarlo.
En esta Enseñanza se han presentado todas las ramas de lo Sobrenatural.
Para cundo llegue el momento de saber a todo contestar.
Después de los síntomas sentidos, viene la Divina Cultura, que escrita quedará para los siglos que el mundo dure.
Que esto es Cultura para el espíritu que nunca muere.
Porque sale de este Mundo.
Que es el que le da vida a ése para que viva el espíritu.
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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C6
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