En Sueño Profético decían:
Dios elige al Elegido. Dios no elige a la familia.
Dios elige para que el hombre siempre tenga presente que tiene que vivir otra Vida. Porque la vida del cuerpo es corta y pronto se acaba, y ya vive la otra, la Eterna. Que Aquí cuenta tu pasado: obras buenas, obras malas.
Dios elige al que Lo siguió y Le pidió que le mandara. Que la petición la hace en el bien que a otro haga. A éste ya Dios lo elige. Que con su acción, el Mensaje y sus palabras, el que quiera aprende bien el camino que Dios manda.
Aprender luego, es fácil para el que Amor lleva dentro. Pero para el que va enseñando, es grande el sufrimiento.
Tiene que ir regalando y regalando, con miedo, un Regalo de un valor que el pago no tiene precio.
Desperté, oí:
Dios elige al Elegido,
Dios no elige a la familia.
A la familia la premia
como a todo conocido
que esta Enseñanza quiera.
Éstos llevan Premio,
pero el sufrir,
al Elegido queda.
Si el hombre hiciera pensar:
“Esto es Dios. Esto no es ella”,
vería las cosas distintas.
Distintas,
que distintas son como son,
pero el que no cree
no puede verlas.
Pero la Enseñanza sigue
para el que la Enseñanza quiera.
Dios siempre tiene su Mando
en uno que a Él Lo quiera.
***
Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - C1
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