En Sueño Profético hablaba la Sabiduría de Dios al saber del hombre. Repetían mucho estas palabras:
“Si Dios le diera a los muertos el traje que ahí tuvieron, los muertos quedarían vivos y los vivos quedarían muertos”.
Los vivos que ahí se ven vivos, creen que nadie los está viendo hacer un mundo nuevo en el que a Dios dejan en olvido.
Los muertos ruegan a Dios para que el hombre se cure la ceguera del espíritu y vea claro que sin Dios no hay mundo.
Ahí vives vida de animal y tu espíritu entregado a las leyes de Satanás.
El hombre quiere poner las cosas de Dios aparte, después que las del hombre, con una gran libertad, para que el que quiera las coja, y el que no las quiera, desprecio les pueda dar.
Esto no es la Libertad de Dios. La Libertad de Dios es enseñar su Doctrina. Después, al espíritu que no quiera a Dios, Dios le deja Libertad para que Lo quiera o no. Pero enseñar sus Palabras, esto es sin Libertad.
Dios Hombre iba por todos los sitios enseñando de su Gloria y diciendo: “Yo soy Dios”.
Aquí no podía decirles a los Discípulos: “Tenéis Libertad para cundir mis Palabras o para tenerlas en silencio”.
La Libertad no sabe el hombre hacer uso de ella.
Dios existe y Dios se comunica, y Dios no da Libertad para que no se diga su Mensaje.
Desperté, oí:
Dios deja Libertad al espíritu. Pero Libertad para que de Él no se enseñe, en esto Dios no puede dejar Libertad.
Los culpables de esto no podrán a Dios llamar el día que enferme su carne.
Por eso repiten en Gloria tanto esta frase:
“Si Dios le diera a los muertos
el traje que ahí tuvieron,
los muertos quedarían vivos
y los vivos quedarían muertos”.
De ver el mal tan grande
que estaban haciendo
por no cundir en forma de relámpago
este “Evangelio Diciendo”.
Que Evangelio es
la Palabra de Dios,
dicha en la Tierra,
dicha en el Cielo.
***
Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C2
No hay comentarios:
Publicar un comentario