En Sueño Profético hablaban del Amor a Dios. Decían:
Piensa que Dios quiere
que tú Lo quieras
para Él darte.
Piensa que si hiciste mal,
Él espera
para perdonarte.
Si haces este pensar,
Lo amas,
y tienes que ir a buscarlo
donde te digan palabras que dijo
o Palabras que diciendo está.
Este Amor tiene alegría
y lo sigue el sufrimiento.
Este Amor lo agrandas tú
si no lo tienes en silencio.
Él, cuando acampa, ya sabe
que no le guardan silencio.
Este Amor, él ya alborota
y descubre lo secreto.
Este Amor tiene medida
y también tiene su peso,
pero si de Amor te llenas,
te olvidas de la medida
y aumentas peso en el peso.
Ya la medida la cortas,
y pluma haces del cuerpo.
Yo veía el camino largo,
y corto lo hacía mi cuerpo.
Desperté, oí:
¡Ay Camino que estás solo,
porque faltan caminantes
que quieran amar a Dios!
¡Ay Camino que no tiene
guarda ni centinela,
ni piden el pasaporte
como el hombre en las fronteras!
Este Camino es de pinchos
porque el hombre pinchos siembra.
Este Camino,
si llevas Amor a Dios
de los pies a la cabeza,
los pinchos conviertes en pétalos
y ya lo pasas contenta.
Había días que el camino
intentaba alejarme
para que yo no siguiera,
pero mi Dios me mandaba
entonces dobles las fuerzas.
¡Ay Camino solitario,
que yo quisiera ver lleno,
aunque sólo a mí, los pinchos,
me hicieran daño!
Si la sangre me corriera,
sería el dolor más chico
que el verlo tan solitario.
TERESA DE ÁVILA
***
Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C3
El camino es la santidad
ResponderEliminarNo hay otro
El que quiera que pruebe a decirle a cualquier amigo : " oye,voy a intentar hacerme Santo con todas mis fuerzas"
La carcajada te puede perforar hasta el tímpano..
Amar a Dios es aceptar su Abrazo. Sentirlo, es seguir amando cada vez más.
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