Dios deja libertad para que el cuerpo elija

En Sueño Profético decían:

Di sin temor y con fuerza que este Caso hoy es único, pudiéndolo justificar con Palabras que Dios dice en su Gloria y manda dictar, y escritas están en Libros, sin que nadie pueda llegar a cambiar una Palabra del arrobo, que el espíritu oye y Dios da Mando para que el cuerpo coja esta Enseñanza y la enseñe, los mismo que se enseña el andar y el hablar. Si esto así lo cogiera el hombre, no habría guerras, porque le llegaría el pensar que el cuerpo muere, pero que el espíritu no tiene muerte, y que la vida que hiciera sin Dios en la Tierra, ya la tendría eterna, porque Dios deja libertad para que el cuerpo elija entre los dos mundos que hay cuando éste muere: uno es eterno con Dios, y otros es eterno sin Dios. Al que elija este último sitio, ya no le llega el Perdón. 

Decía un espíritu de la Gloria, que al que en la Tierra no viva la Ley de Dios con Amor –porque hay quien la vive por temor, pero su enseñanza está en contra de Dios–, a éste no le llega el rezo ni el Perdón que por él otros pidan.     

Aquí era para que pidieran día y hora para poder oír los Mensajes que Dios dicta al que trae a su Presencia.

Desperté, oí:

Otra vez repiten en la Gloria, que cunda sin temor y con fuerza, que este Caso, hoy, es único en la Tierra.

Y por se único, Dios quiere y manda que pronto se vea la gran cantidad de Libros que hay ya hechos.    

Estos Mensajes le dan alegría al que sigue la Palabra de Dios.

Y el que la rompe, rompiendo la “carne que Dios unió”, tiene que pedir el Perdón.

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Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - C7