domingo, 22 de mayo de 2022

El cuerpo se hace dueño de tu espíritu si tú no vives para el Cielo

En Sueño Profético decían:

Nada puedes comparar

igualando a esta Grandeza,

que por ser de Dios,

el hombre la desprecia.

Si te pones a pensar,

el pensar ya no te deja.

Es tan grande el leer

esto que dictan en Gloria,

que por grande saber que tú pongas,

si comparas, eres párvulo

de los últimos de la escuela.

Dijo uno:

Por esto, no saben qué hacer ni qué presentar para desmentir los que ven que esto es de Dios.

Ya han cogido muchos caminos para poner soledad y agrandar sufrimientos, que la vida no quitan porque en este Camino sale Dios al encuentro. Que esto lo puede ver todo el que sigue este calvario en silencio. Dios le pone guardián al llegar el día, que es acción que deja el arrobo, guía que da al espíritu y al cuerpo, valentía que retira espíritus del Infierno, valentía de Dios que puede con el sufrimiento.

Desperté, oí:

No hay quien siga caminando,

dando, y cobrando desprecio.

No hay quien entregue su vida

para que tú no pierdas el Cielo.

Todo esto y mucho más

hace el Instrumento

que Dios sus Palabras le da.

Pone más talento

el que reconoce

que esto baja del Cielo,

y por muchos títulos que tenga,

él se siente analfabeto.

El que tenga este pensar,

su espíritu es el talento.

Porque Aquí sirve primero

el estudio del espíritu

y después el del cuerpo.

El cuerpo

se hace dueño de tu espíritu

si tú no vives para el Cielo.

***

Libro 31 - Te Habla el Profeta - Tomo IV - C6

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