En Sueño Profético decían:
No se puede explicar cómo son las
alegrías que manda Dios con tanta fuerza para que el silencio aquí se rompa.
Sigue el Mando de Dios en un
espíritu de su Gloria:
Las cartas que aquí han traído
tienen firmas de grandes cargos conocidos, defendiendo esta Grandeza.
Esta Grandeza, con el Poder de
Dios, tiene ya inútiles a los que quisieran decir que este Caso estará bien el
publicarlo y decir que es cierto cuando el Elegido muera y su cuerpo lo
entierren. Aquí el Poder de Dios retira ese pensar y no deja de cundir que
cuanto más se hable de esta Verdad, más escándalo se estará dando.
Se oían muchas voces, todas a la
misma altura, con estas palabras: “Señor, que el que aquí pueda ayudar, su
ayuda ponga por delante, que ya Dios le mandará el premio más grande”.
Lo que no puede permitir Dios es
que la falta de Amor a Dios haga al Elegido sufrir, por ver desprecio al premio
que Dios está dando.
Estas Palabras de Dios hace falta
que sean oídas en alta voz por todo el mundo.
Desperté, oí:
¡Sueño con Poder de Dios, que
arroba el espíritu y lo trae a la Gloria, para que al despertar, el cuerpo dé la Enseñanza que le da
Dios!
Se oían como ruegos a Dios,
pidiendo que los Mensajes se oyeran en alta voz.
Dios quiere que al que le da su
voz, le pague publicando estos Mensajes.
Esto le hará pensar a muchos que
aquí tuvieron sitio y vacío lo dejaron.
El sueño llegó con alegría. Y al
despertar y oír el Mensaje, más la alegría se agrandó.
Termina el Mensaje con estas
palabras, que dan Vida, Fe, Amor y Confianza, y que aquí se dictan:
“Señor, yo sin Ti no podría
vivir. Si Tú me lo notaras, dame muerte que al mundo escandalizara”.
***
Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - C7
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