En Sueño Profético decían:
Sin Amor a Dios, no
puedes dar consejo para que quieran a Dios.
Sin Amor a Dios, no
puedes hablar con muchos y que el consejo siempre sea para acercarles a Dios y
para que practiquen los Mandamientos de Dios.
Sin Amor a Dios, no
visitas al enfermo, ni te acercas a la cama, ni te moja el sudor que su
enfermedad le ponga, aunque contagio no diera.
Sin Amor a Dios, no
sientes alegría en tu interior cuando haces el bien, porque el bien que haces
es por el hombre, no por Dios. Es un bien obligado.
Dijo uno:
Sin Amor a Dios,
todo te cuesta trabajo, y así, ya, no le sirves a Dios.
El Amor a Dios te
sujeta la lengua y las manos, y te hace que te dé miedo juzgar y que te traigas
a tu memoria estas Palabras:
–No juzguéis si no queréis ser juzgados.
Sin Amor a Dios
tienes un vivir vacío, aunque tengas de todo, porque ese todo se acaba de la
noche a la mañana con la vejez o la enfermedad. Con Amor a Dios haces corta la
enfermedad y la vejez no llega.
Desperté, oí:
Estuve tiempo
enfermo, y se me hizo corto.
Dejé la materia
ahí, con 90 años, y no fui viejo.
El Amor a Dios me
hacía pensar en un Mundo nuevo, cuando a mi cuerpo lo vieran muerto.
Así pensé ahí, y
Aquí Dios manda que mis palabras sirvan de Enseñanza.
En este Arrobo
decían que la vejez, al espíritu, nunca le llegaba.
Que la vejez era
para lo que el hombre tanto cuidaba.
El cuerpo engaña al
hombre, siendo el hombre el que en el cuerpo manda.
Si te aprendes este
párrafo, buscas el Amor de Dios de compaña.
Y una vez que lo
encuentras, no vives si no lo sientes.
Trata al cuerpo con
desprecio, si te aparta de este Cielo.
***
Libro 75 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo VIII - C7
Que belleza de Enseñanza!
ResponderEliminarTodo lo que dicta Dios es Perfecto y te conduce a la Salvación.
El que no se salve con estos Libros es que no quiere Salvación.