martes, 22 de enero de 2013
Mayoría de lo que desea el hombre, te hace perder la Gloria
En Sueño Profético hablaban de los muertos que están vivos y de los vivos que están muertos. Decían:
Hay vidas de sufrimiento, que este sufrimiento les sirvió para estar vivos siempre con Dios en la Gloria. Y hay vidas tan cómodas, vividas con abundancia de todo, empezando por las fiestas que te retiran de Dios, que éstos, aunque los vean vivos, están muertos para Dios.
El sufrimiento, muchas veces, es báscula que te pesa el peso que tú aguantas; que en esto, a veces, hay engaño.
Hay quien cree que aguantaría peso, porque nada le ha pasado. Éstos no sirven de ejemplo, porque no pueden decir: “yo aguanto tanto peso”.
Hay quien saca las uñas refiriendo el sufrimiento de otro.
Desperté, oí:
En vida de fiestas mundanas y sufrimiento sin estar preparado para el sufrir de la materia, puedes estar muerto aunque te vean vivo.
El hombre busca el vivir, el tiempo que está en la Tierra, donde haya más pecado, que lo alimentan el dinero y las fiestas.
De éstos, pocos ganan la Gloria; tan pocos, porque el hombre esto desea.
Sufrimiento recibido diciendo: “Señor, que este sufrir me dé renta para ir enseñando al que también sufrir tenga”.
Al hombre, el sufrimiento,
por chico que sea, le pesa.
Y no sabe que el sufrir
vive siempre en la materia.
Pero si en ti vive Dios,
el sufrimiento se aleja.
Se aleja del espíritu,
aunque quede en la materia.
Mayoría de lo que desea el hombre,
te hace perder la Gloria.
***
Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pag. 117-118
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Vivimos engañados, olvidando la puerta estrecha que conduce a la Gloria.
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