En Sueño Profético decían:
El que cree en Aquí, busca estas Palabras ahí, que son dichas y cundidas sin miedo por el que Dios manda. La fuerza del creer busca y defiende estas Palabras que bajan del Cielo sin el hombre poder reformarlas.
Dijo uno:
El hombre les dará desprecio, pero llegar a reformarlas por decir que no son del Cielo, esto, antes de decirlo, quedarían muertos. No muertos sólo para la Tierra, que serían muertos para el Cielo, que ya hay muertos de los que están dando desprecio.
La Gloria es fácil alcanzarla y difícil entrar en ella.
La alcanza el arrepentimiento cuando tú te das cuenta de que no has cumplido los Mandamientos. Y al desprecio, ángeles y santos cierran Puertas, porque buscan Gloria cuando en la Tierra desprecian el cuerpo por ser ya pienso de los gusanos. El cuerpo queda en la Tierra y el espíritu en el Infierno, que ahí se le abren las puertas por hacerle servicio al príncipe de los demonios, con tener esta Grandeza tan parada y tan aprisa poniendo sufrimientos, pero no podrán jamás conseguir aquí el silencio.
¡Hombres sin pensar en la vida del cuerpo y comparar con la vida del espíritu!
La del cuerpo es cerillo que enciendes que poco dura, esto contando que no le soples, que es la muerte repentina.
Desperté, oí:
Pues apagando el cerillo o dejándolo que con su tiempo se apague, es más larga su vida que la que el hombre se hace.
¡Cómo no emplean estudios para poner la razón de que en el mundo todo es movido por la Palabra de Dios!
Y también los emplearán para seguir los pasos del que dice: “Dios me habla”.
Aquí la razón contesta con estas Palabras escritas, que el certificado sale de la Gloria.
Es fácil alcanzar la Gloria, y difícil entrar en ella con este desprecio tan grande.
***
Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C4
No hay comentarios:
Publicar un comentario