En Sueño Profético hablaban de la soledad del cuerpo, de la soledad del espíritu.
El espíritu puede estar solo, aunque lo veas rodeado de gente. La gente es para el cuerpo. Para el espíritu, la compaña, es aquello que tú sientes, que sólo lo sabe Dios que es el que la vida mantiene y te la deja en tu cuerpo hasta que Llamada llegue.
Dijo uno:
Cierto que hay veces que en la soledad del espíritu no te da compaña la gente, al contrario, más soledad te sientes. Los espíritus de Dios transmiten fuerza, alegría y quitan tristeza, achican sufrir sólo con su presencia. Esto, si lo estudias, das justa respuesta.
Desperté, oí:
Solo se encuentra el espíritu
cuando se aparta de Dios
y cuando está rodeado de vidas,
que no son vidas
para el que a Dios quiere Amarlo.
Aunque tengas la tristeza
que la vida te ha dejado,
si con dos espíritus de Dios
tienes contacto,
tu soledad ya se ha marchado.
La tristeza y la alegría
son dos espíritus contrarios.
Puedes tener sufrimientos
y sentirte acompañado
de un Poder Único,
que sólo Dios puede darlo.
Búscale compaña de Dios al espíritu,
aunque te vean solitario.
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Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C3
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