En Sueño Profético decían:
Perseguir a Dios e intentar destruir sus Palabras, no hay pecado mayor.
El perseguir es mando de Satanás, porque sabe que tú aceptas su mando. El destruir, casi siempre es pagado, destruir o traicionar. Perseguir, destruir o traicionar no es pecado de Perdón.
Dijo uno:
El pecado no tiene otra palabra que pecado. Hay pecados hechos que en el camino te encontraste el pecado. Y hay quien se ofrece para llevar a pecar o para servir el pecado. Éste, jamás puede ser perdonado. Si así no fuera, no se conocería al que a Dios amara, viviendo en la Tierra.
El que ama o cree, no puede hacer el papel de Judas. Si esto lo pensara el hombre, se quitaría las dudas que algunos se ponen, pensando: ¿estará perdonado Judas?
Desperté, oí:
¿Cómo va a comparar el hombre, que entres a destruir un rebaño, con que te lleves un cordero?
Si aquí juzgara el hombre, uno quedaría fuera, y otro quedaría dentro de cuatro paredes, y seguro que para buen tiempo.
¿Cómo Dios va a perdonar a la víbora que entra a sus Palabras ensuciar?
Éstos fueron apartados para una eternidad.
Judas traiciona a sabiendas de que cobra y que a Dios Hombre Lo van a matar.
No pienses aquí el Perdón, que te puedes condenar.
***
Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C5
No hay comentarios:
Publicar un comentario