Mostrando entradas con la etiqueta Premio. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Premio. Mostrar todas las entradas

lunes, 4 de septiembre de 2023

Sintiendo grande Amor de Dios, puede Dios dar grande premio


En Sueño Profético se oían estas palabras:

“Es para compadecer al que no oiga estas Palabras, dichas por Dios, queriendo al Elegido. Porque ve que son retirados para que no disfruten de esta Grandeza de Dios”.

Estas palabras las están diciendo en la Gloria, y más que no han dictado, porque ya hablan del Amor de Dios cuando tú lo sientes en la alegría o en el dolor, dolor no del cuerpo.

Ya dijo un espíritu que cuando tenía cuerpo conoció a los Discípulos de Dios Hijo, Maestro, como Él quería que Le llamaran:

Yo y mi mujer queríamos a Dios del Cielo, pero cuando conocimos a sus Discípulos y nos hablaban de Dios, Maestro, como Él quería que Le llamaran, ya nuestro Amor cambió tanto que nos paraban y nos preguntaban diciendo: “Al Maestro que va con los que sienta a su Mesa, ¿a Éste es al que más queréis?”.

Yo contestaba con fuerza, pero mi mujer doblaba la fuerza diciendo: “Mis dos hijos y su padre, que es mi marido, paso sin ellos antes que no sentir el Amor tan grande que yo siento cuando oigo hablar a Santiago o a otro Discípulo de Dios Hombre”.

Todas las horas que teníamos libres, nos íbamos a buscar al Maestro.

Un día, estando gente esperando al Maestro, estábamos mi mujer, yo y mis dos hijos. Fue llegar cerca de mí y me dijo estas palabras:

“Sé que os ha traído a mi Presencia el Amor tan grande que tenéis escondido por temor a familia y amigos. Desde este momento decid que uno de vuestros hijos se viene con mis Discípulos”.

Éste, que tenía doce años, se puso tan contento que dijo: “Padre, si estoy con los Discípulos de Dios y no vengo a casa, tú y madre no os enfadéis, porque yo quiero al Maestro, como Le dicen sus Discípulos”.

Pero mi hijo ha doblado el querer que yo tenía, sin decirlo, dentro de mi cuerpo.

Desperté, oí:

Todo el Mensaje era hablando del Amor de Dios, que cuando lo sientes quieres que todo el que te oiga lo sienta y no lo calle.

Los dos que seguían a los Discípulos eran padres del que el Maestro se llevó de Discípulo, aunque era niño todavía con doce años.

Pero fue el premio más grande que los padres recibieron, para que lo vieran familia y  amigos que no creían que era Dios, Hijo de Dios Padre.

El Maestro sabía el interior del que Lo seguía, creyendo y amando.

A éstos los premiaba llamándolos y haciendo lo que hizo con el hijo que, con la poca edad que tenía, cuando oía hablar del Maestro dejaba todo y se iba con ellos.

Termina el Mensaje diciendo que sintiendo grande Amor de Dios, puede Dios dar grande premio a los que más quiere el Elegido.

Que son los que más quiere y los que están aquí unidos haciendo servicio sin enfado y contentos.

Los que más quieres tienen que pensar que el sitio que tienen, hoy no lo tiene ninguno.

Pues, por ser los únicos que este Elegido tiene, si pudieran, harían lo que han hecho para desmentir que Dios está hablando, en su Gloria, a este Elegido.

Dios permitió, pero el escándalo de esta Grandeza Divina, dicha por Dios, nadie puede callarla, por no haber otro Dios.

***

Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - C6

miércoles, 1 de junio de 2022

Dios te manda premio

En Sueño Profético se vio una plaza llena de gente. Se veían caras tristes y caras contentas. Las contentas, no iban a la noche que era; y las tristes no era por recordar lo que a Dios Le hicieron, era por peticiones que iban pidiendo.

Yo, cuando viví con cuerpo, me gustaba recordar poco tiempo los martirios que a Dios Le dieron, pero tampoco me veían paseando por el pueblo. Yo disfrutaba siempre pensando que Dios Lo tenía siempre presente, aunque yo su Imagen no viera. Esto me daba alegría y me quitaba tentaciones que me dieran, y pronto las retiraba. Llega tan hondo pensar lo que a Dios Le hizo el hombre, Y si sigues el pensar, ves que más Le siguen haciendo, por falta de quererlo como Vivo está con Cuerpo.

Yo creo que son fechas para recordarlo, sin fiestas y sin llanto.

Desperté, oí:

Cierto que son fechas

ni para alegría ni para llanto.

Alegría no va,

porque te la quita el hacer pensar:

estas fechas fueron

cuando se sentó en la mesa

la última vez con Cuerpo.

Y tristeza tampoco,

porque tienes que mandar

oración, contento,

y vivir Prójimo.

Que esto es vivir

recordando a Dios

en todos tus momentos.

Con este recuerdo

Dios te manda premio.

***

Libro 31 - Te Habla El Profeta - Tomo IV - C7

miércoles, 21 de agosto de 2019

Tu presencia ya es un Premio

En Sueño Profético hablaban dando afirmación a lo que el espíritu con materia había sentido.

El espíritu con materia no oye Palabras, siente. El espíritu Aquí aprende, y luego obliga al cuerpo a que siga estas Palabras. Esto, comprendido está que es cuando es para Enseñanza.

Decían:

Es mejor presentar esta Sabiduría, y después conocer al Elegido. Ya hay una preparación al querer, y unas ganas de saber por el mismo Instrumento.

Si no hubiera nada escrito de los Mensajes, tendrían que ser contados por el propio Elegido para ver cómo ocurrían. Pero una vez que Dios los manda dictar, son para Enseñanza. Luego, si quieren conocerlos mejor, es porque continúa el interés.

Dijo uno:

Los libros van preparados para enseñar. La presencia del Elegido es confirmando y dando aclaración a alguna duda que hubiera. Con buena intención o con mala, ya Dios contesta.

Desperté, oí:

Todos los pasos del Elegido
son de Aquí,
donde no existe el cuerpo,
pero con Libertad.

La Enseñanza que lleva,
primero la da el Profesor
(sin salirse de sus mismas Palabras)
y luego el Elegido se presenta.

Esto es valor que al tiempo le das,
si crees que su presencia,
es por Dios mandada.

Esto es fácil su Enseñanza,
como en los libros ya va.

Tu presencia ya es un Premio
que a la Enseñanza le dan.


***

Libro 21 - Te Habla el Profeta - Tomo III - C3

martes, 22 de enero de 2019

El Premio más grande

En Sueño Profético decían:

Tiene que llegar el día que el que tanto te desprecia grite ahí pidiendo perdón y Aquí encuentre sordera.

Lo están haciendo tan mal, que el pago del mal que están haciendo lo empezarán a pagar ahí en la Tierra. Que muchos ya están pagándolo, pero por mucho que paguen, no terminarán la cuenta de todo el mal que hacen.

¿Cómo pueden alejarse de este Contacto Divino? ¿Cómo no les da pensar, que la muerte es atrevida porque lleva este Mandar, y puede llegarles un día, sin aviso y sin llamar, y sin poder coger nada para a la muerte pagar y que les alargue la fecha?

Dijo el Mando de Dios en un espíritu:

Se ve tan claro que Esto no es de la Tierra, como el ave que le ves dos patas, y cuatro a la cordera. ¿Cómo desmentir que el ave no tiene dos, y que cuatro la cordera? Pues más claro se ve aquí que a este espíritu Dios lo trae a su Gloria para premiar a los hombres. Que el Premio no es para el Instrumento que trae. Si el Premio fuera para el Instrumento, no se enteraría nadie, porque no habría Dictado de Enseñanza.

Este Premio no es Premio para ella, pero es Premio más grande.

Desperté, oí:

Es Premio más grande,
porque al que quiera Amor de Dios,
Amor reparte.

¡Pero qué dura labor,
labor de ver que a Dios no amen!      

Y querer no seguir,
y el Amor empujarle.

¡Cómo hablaban en la Gloria del hombre,
que teniendo Esto en sus manos,
lo desprecia y no lo quiere!

La disculpa no la tienen,
porque hablan los Escritos.

Y teólogos y literatos
no pueden desmentirlos.

Porque ven que Esto es Gloria
de Dios Padre y de Dios Hijo,
y el Espíritu que manda
es el que hace el arrobo.

Que es lo que prometió a los hombres
antes de subir a los Cielos.


***

Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C1

martes, 8 de enero de 2019

la Tierra te engaña, y el Cielo te da y te guarda premio

En Sueño Profético decían:

¡Qué diferencia tan grande tiene el hacer el bien por ti o hacerlo por el Prójimo!

El tuyo lleva interés. El del Prójimo es Amor que Dios te hace que sientas con este chico pensar:

“¿Y si fuera yo el que esperara que me vinieran a buscar?”.

Dijo uno:

Si la cojera que le ves al cojo, se le quitara, y tú cojo te pusieras antes de pedirle a Dios que la cojera quitara, tú pedirías el Perdón, por el trato y la indiferencia que tú al cojo le dabas. Que esto suele pasar porque el hombre a Dios no ama.

La falta de Amor hace que el hombre no cumpla sus Palabras y se ponga de defensor dándole a Dios la espalda. En cambio, en lo que no es para Dios, no se cansa, y ya vive tan contento, sin pensar que eso es nube que pasa, sin puntuación en el Cielo, porque a Dios desprecio dabas.

Desperté, oí:

Por mucho bien que hagas,
si lo de Dios no lo pones primero,
cambia el camino que llevas,
que puedes perder el Cielo.

El hombre, mayoría de veces,
agasaja lo que está en contra del Cielo.
Y lo premia y lo presenta
sin temor a poder perderlo.

Para el que vive Presencia de Dios,
es lo de Dios lo primero.

Desprecia lo de la Tierra
y ponle la preferencia
a lo que baja del Cielo.

Que la Tierra te engaña,
y el Cielo te da y te guarda premio.

¡No se merecen los hombres
que Dios vaya detrás de ellos!

¡Con lo fácil que Dios dejaría al mundo,
primero, en un grito,
y después, en un eterno silencio!


***

Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C6

viernes, 7 de abril de 2017

Sabiduría y Caridad, que esto es Premio de Dios

En Sueño Profético hablaban del saber, de la sabiduría, del adelanto, del progreso, de la falta de caridad y de la ignorancia que el hombre tenía de lo eterno.

Que la falta de caridad es por no creer que haya otro sitio después de estar muerto.

Esta asignatura siempre es rechazada por grandes talentos. Talentos, que el hombre así los apoda ese breve tiempo que ahí tienen cuerpo.

Si el hombre pensara en lo que es talento y sabiduría, ya viviría inquieto si de alguien oyera: “Este hombre es un gran talento”.

Dijo uno:

A esto que Aquí le llaman talento de Tierra, talento de suelo, es contacto que ensucia el contacto de la Tierra al Cielo, talento que quita que miren al Cielo, talento de espuma que no es duradero.

Desperté, oí:

Talento, adelanto y progreso,
si a Dios no llevan delante,
no hacen al hombre bueno.

Y al rudo, pobre y torpe,
lo tratarán con desprecio.

Ya, practicando este trato,
no hacen a hombres buenos.

Elige hombres del campo,
que antes de pisar tierra,
de Dios se están acordando.

Ellos nunca hacen nada,
es Dios el que da el buen año.

Y cuando llegan talentos,
de estos que se han nombrado,
primero hablan de Dios,
de la siembra y del año.

Si tienen árboles frutales,
con qué alegría bajan la rama
y la fruta cae
con el tirón que le dan.

Si después de todo esto,
aprendieran adelanto y cultura,
¿qué duda podría haber
de que la Gloria ahí vivan
muchos que luego la pierden
porque de éstos se guían?

Si el talento,
la cultura y el progreso,
ves que de Dios te retiran,
cámbiate a hombre del campo.

Que lo rudo, si es de Dios,
ya te llegará Talento
Sabiduría y Caridad,
que esto es Premio de Dios.


***

Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C1

lunes, 19 de septiembre de 2016

A uno sólo le da el Premio

En Sueño Profético hablaban de la Libertad que Dios deja. Decían:

El que ama se administra la Libertad. La Libertad te pone en contra de Dios. La Libertad te retira de Dios. Dios la deja para que, el que no quiera amarlo, coja su Libertad y no lo ame. La Libertad es de Dios, y de ella se apropia el hombre. Dios lo ve, y siendo suya, lo deja.

¡Cuántas veces yo presencié, yendo con el Maestro, negarle lo que era suyo por Él dejarle Libertad!

¡Cuántas veces referimos –ya que habían matado a Él– un hecho que nos costó llanto a los que íbamos con Él!:

Un día de frío, frío, y de niebla a su vez, tuvimos que hacer noche en un caserío donde paraban transeúntes cuando la noche les pillaba. No tenía comodidad, pero nosotros queríamos techo y lumbre. Se acercó el Maestro al dueño que vendía el vino sacándolo de unos barriles, y éstos mismos le hacían de mostrador, y le dijo:

   –Para Mí no necesito lo que voy a pedir. Lo pido para los que vienen conmigo y sé que me aman: Pasar la noche recostados al lado de la lumbre. Pero sí quisiera que no les faltara rescoldo.

Contestó el dueño:

   –La noche es larga y quemaría mucha leña.

Fue Matías a decirle quién era Dios Hombre y Maestro, como ellos le decían, y lo detuvo el Maestro.

   –No hace falta que digas quién soy Yo, ya que mi Padre quiere la Caridad para todos. Si a Mí me dan lumbre, no me la dan por Amor a Dios, me la dan porque soy Dios. Yo no he venido para que a Mí sólo me amen, Yo he venido para que se amen unos a otros como Yo os amo.

   –Mañana buscarás donde arda la leña, porque en este sitio no levantará más llamas, ni se verá rescoldo.

Cogieron cada uno su ropa y, andando en caravana, pasaron por una casa de labor, y al ver la luz encendida, llamaron, y salió una mujer de carácter vivaracho, y cuando le contaron el caso, llamó al marido, y con una aceptación contenta dijo mirando al marido:

   –Estos caminantes necesitan descansar. Si tú dices como yo, es sí.

Contestó este santo más que hombre:

   –Tres cargas de leña tengo. Pueden quemarla, ya que camas no tengo. Y si queréis asiento rebuscad por ahí dentro. Ya esta casa es vuestra. ¿Venid del mismo sitio que dicen que vive el Maestro?

Desperté, oí:

¡Cómo se quedó este santo
cuando vio de pie al Maestro!

Y le dijo: Ya mañana,
verás un cambio en tu huerto,
y la semilla que echaste,
en invierno y en verano
siempre estarás recogiendo.

Y siempre que vayas por leña,
al levantar el hachuelo,
verás los tacos cortados,
que los mandarán del Cielo.

Has tenido Amor al Prójimo,
que a esto es a lo que Yo vengo.


No conocía a Este Dios,
y amaba sin conocerlo.

Él conocía a los dos,
y a uno sólo le da el Premio.


***

Libro 3 - La Palabra del Creador - C7

lunes, 6 de julio de 2015

El sufrimiento con Dios, tiene premio

En Sueño Profético decían:

El que a Dios se entrega,
todo lo ve con arreglo.

El que a Dios se entrega,
de nada de lo que le pase
puede culpar a este Cielo.

Se irán secando sus lágrimas
y pensando en el Madero,
en la Virgen, en los Discípulos,
en tantos buenos que hubieron
y recibieron maltrato
y no los reconocieron.

Es la avalancha del mal,
que a éstos va persiguiendo.

Dijo uno:

La entrega a Dios te hace fuerte,
y ya Dios te elige.
Tú te ofreces y Él te manda,
y si te humillan, Él te levanta;
y si te cierran camino,
Él romperá la muralla.

Al hombre siempre le extraña
el que tiene Aquí contacto
para que ahí dé Enseñanza.
Pero no dice
(porque antes lo haya pensado):

“Voy a igualar al que me dice:
Dios existe y me manda
que hable de Él en su Nombre.
Voy a ser como Dios quiere,
no como el hombre lo manda”.

Desperté, oí:

Si piensas en lo que el hombre
Le hizo a Dios,
ves chico tu sufrimiento.

Tan chico,
que más te acercas a Dios.

Diciendo:
¡Perdón, Dios mío!

Sufrimiento con Dios,
a Él Lo llevas de compañía.

Que esto te hará pensar:
¡Si Él quiere, me lo quita!

El sufrimiento con Paz,
ya espera Mando del Cielo.

Si esto pensara el hombre,
más buscaría a Dios
en el mayor sufrimiento.

¡Tiene peligro sufrir
y apartarte de este Cielo!

El sufrimiento con Dios,
tiene premio
al espíritu y al cuerpo.

Éstos son los Elegidos
que el hombre no quiere creerlos.


***

Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - C5

martes, 11 de noviembre de 2014

El Mando que Dios manda es premio

En Sueño Profético decían:

Tú coge la decisión de Dios y deja el consejo del hombre. Que no pare este Mandar, pues caminando se llega donde hay que llegar, aunque cueste gran trabajo.

Dijo uno:

El mando que tú mandas y que no puedes hacer, es el mando que más trabajo y sufrir te cuesta, y pocos comprenderán que el mandar tú no quisieras.

Hay veces que uno siente la ansiedad de no mandar con miedo, y mandar con la autoridad que es agrado para el Cielo. Pero te entra el temor, por no poder comprenderlo el que el mando recibió. Por eso habrá opiniones más en contra que a favor, sin saber el sufrimiento que este mando te costó.

El que tiene buenos pies, si el mando no se lo hacen, se lo puede hacer él. Pero el que está paralítico tiene que esperar que le hagan el mando, que él no quisiera mandarlo, porque pasa más trabajo que el que le hace el trabajo.

Igual le pasa al Elegido: lo que es de su mando y no puede hacer él el trabajo, ya lo cansa más que si lo hace él. Pero tiene que cundir el Mensaje que Dios dé, y su Mando es de Fuerza.

¿Qué duda puede tener, pensar que más trabajo te cuesta el mandar lo que tú hacer no puedas?

Desperté, oí:

Es un sufrimiento más,
tener que mandar
lo que tú no puedes hacer.

Pero en las cosas de Dios,
tienes que quitar el freno,
sin pensar el que dirá
el que el mando te está oyendo.

Tienes que poner pensar:
“Cuando Dios bajó del Cielo,
¿cómo era su mandar?”.

Unos Le pedían Mando,
y era vida para ellos.

Otros, cuando les mandaba,
era disgusto por dentro.

Él no dejó de mandar
al que su Mando pedía,
o al que no le caía mal.

Pues el Mando que Dios manda
es premio, y no, mandar.  


***

Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C2

lunes, 10 de febrero de 2014

Gran Premio para el que trata al Elegido

En Sueño Profético decían:

Hacerle un bien al Elegido, no se lo haces a él, se lo haces a Dios, respondiendo a lo que te llega o te llegó por el contacto del Elegido.

Elegido –ya comprobado que están al servicio del Mando del Cielo– es gran Premio para el que lo trata y acepta lo que está viendo. Pero el que el trato lo evita, ya con esto, está desmintiendo.

No aceptar ni tener trato, ¿qué disculpa darán luego? ¡Si Dios manda sus Palabras y le acompañan los hechos! ¿Qué debía de hacer el que esto lo esté viendo? La contestación es: alegría o miedo.

Miedo cuando te veas morir, si piensas: “¿Yo qué servicio hice a tus Palabras, Señor? En los apuros pedía, pero luego no oía al que de mí necesitaba”.

Dijo uno:

El ayudar al que Dios manda, no ayudas a él, obedeces a Dios.

Si cuidas al pie, le das al cuerpo que manda en el pie.

¡Pues figúrate servirle a Dios y no querer servirle!

Desperté, oí:

¡Es pena para el Cielo,
que Dios mande Premio al hombre
y el hombre no quiera Premio!

La vida y la muerte viven juntas,
en un mismo cuerpo.

La vida se va con Dios,
si es vida que quiso el Cielo.

Cuando Dios llama a la Vida,
quítale el nombre de muerto.

Porque a los vivos de Dios,
Aquí no les dicen muertos.


***

Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria Que Enseñen - Tomo III - Pág. 206-207-208

domingo, 13 de octubre de 2013

El hombre no alcanza este Premio

En Sueño Profético decían:

¡Qué sencillo es buscar el camino
que no te lleve al pecado!

¡Qué sencillo es amar a Dios,
si a Dios quieres amarlo!

¡Y qué sencillo es ofrecerte a Dios
para que por Él seas mandado!

Él siempre te mandará
lo que no puedas negarle.

Pero si no crees en Dios,
tú tratarás de engañarle.

Dijo uno:

El amarlo te quita la pereza,
te da fuerzas
y tú ya le pides Mando.

Y en el Mando que te da,
Él su Amor te está mandando.

Luego, te viene el pensar: 
“¡Gracias, Señor,
que yo servicio te hago!”.

Que este servicio es un Premio
que muchos no han alcanzado.

Desperté, oí:

El hombre no alcanza este Premio
porque se niega al Mando de Dios.

Se niega porque Lo tiene
como un hombre que vivió,
que fue bueno.

Pero no que sigue Vivo
y que en todos tus actos y movimientos
te está viendo.

Sabe lo que te reserva
tu acción y tu pensamiento.

Sabe lo que es un cumplido
o alegría por dentro.

Él tiene libre su Mando,
sin obligar a quererlo.

Él obliga cuando Él quiere
y tú no quieres hacerlo.
Entonces haces servicio
sin puntuación en el Cielo.


***

Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - Pág. 137-138

jueves, 8 de agosto de 2013

Premio del que Dios Aquí trae

En Sueño Profético decían:

No hay alegría mayor, ni premio que sea más grande, que aquél que reciba el premio del que Dios Aquí trae. Que el premio lo recibe cuando el Mensaje oye.

Dijo uno:

Yo creo que el hombre no piensa –esto el que oye y cree– lo que es tener delante a una persona que te diga:

“Dios me dice. Dios me dice que no calle. Me dice lo que es el espíritu, lo que es el cuerpo de carne, lo que es la Vida del espíritu donde no puede llegar nadie, lo que es la separación cuando el espíritu deja la carne. Me hace Dios que vea lo que no puede ver nadie, por adinerado que sea o por un cargo importante. Me estoy viendo con cuerpo, pero yo no puedo mandarme. Unas veces me hace el mismo Dios que yo Lo vea con Cuerpo, y otras veces oigo sin verlo. Pero su Voz no admite preguntas, porque no sabría explicarse cómo esta Voz es Con Fuerza, y luego, en ti, ya es suave. Es un cubrir que protege y te manda en el Mensaje. Que luego, en el despertar, se convierte en Mando fuerte. Tan fuerte, que Aquí notas más el Poder de Dios en el hombre”.

Desperté, oí:

Por mucho esfuerzo que hiciera el que quisiera hablar de Aquí en la Tierra, diciendo: “soy yo por Dios enseñado”, más se agrandaba la mentira.

Esta descripción de vivir sin el cuerpo, tienes que haber vivido para contarlo.

Y ya, hablar de Dios, diciendo: “yo Lo he visto, y me dice que vaya diciendo que Él me lo ha dicho, que lo diga y no calle...”

Esto acudirían muchos para hacer público “es mentira”.

Esta Caridad de Dios, con su Fuerza única y poderosa, va diciendo: “Esto es intocable, cuando del Cielo ya baja”.

Nadie se ofrece a que pregunten cuando él sabe que pueden callarle.

Esto, en la Tierra. Y en el Cielo, a Dios enfadarle.

Esta Profundidad Divina, responde Dios al preguntarle.

El Instrumento escribe lo que le dictan.

Y habla lo que le dice Dios que no calle.


***

Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 119-120-121

domingo, 25 de diciembre de 2011

Aprovéchate del Premio - Libro 10 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo I - Pag. 168-169-170


En Sueño Profético decían:

El hombre lucha por coger un premio en la Tierra, que es premio de humo en un vendaval, y no desea este Premio que Dios no niega, y a todo el que lo quiera, Él se lo da.

En el Sitio que Dios habla, no puedes secar y mojar, tienes que coger sequía o sitio de temporal.

Esto ya Dios lo decía cuando iba a predicar:

“El que mis Palabras oye y no las practica, no está conmigo, está en contra de Mí”.

Uno dijo:

Nos contaba a mí y a mis hermanos un tío abuelo, que tuvo amistad con un pariente de Isabel –la prima de la Virgen–, que tanto había oído hablar del Maestro, que le dijo a Isabel:

–Mañana quiero ir a oír al Maestro. Cuentame, ¿qué dice la Madre? ¿por qué tiene en revolución a Israel? Ya Cuando yo Lo oiga, te contaré, pero dame tú, tu idea de esos Sermones de la montaña.

Al día siguiente, cuando el Maestro entraba en su casa –al que todos veían normal–, vio a Isabel y le dijo:

–Antes de que tu pariente vaya a oír mis Palabras, que se retire de Satanás, ya que la vida suya va en contra de lo que Yo voy predicando.

Desperté, oí:

Aquí Dios le daba un Premio, y el Premió lo despreció.

Lo hace familia de ésta que a María siempre amó.

Éste, la vida que hacía, era en contra de Dios.

Cuando decía: “yo soy pariente, bueno, primo de la prima de Isabel”, todos miraban y éstos decían: “¿tú...?

Esto extrañaba al que se enteraba de su parentesco.

Era envidiado, y de boca en boca se corrían las mismas palabras: “¡No va la montura al burro!”.

“¡Ni al cochino la limpieza!”.

“¡Qué lástima de perfume, que en la suciedad lo viertas!”.

El parentesco se oía no por boca de Isabel.

Ella lo que hacía era taparse, y nunca hablaba de él.

No podía ser pariente para ella, aunque ella sí lo era para él.

Aprovéchate del Premio, que te lo quiso dar Dios.

Y no oirás estas Palabras, dichas por el mismo Dios:

“El que mis Palabras oye y no las practica, no está conmigo, está en contra de Mí”.


***

domingo, 19 de diciembre de 2010

No hay premio en la Tierra que sea mayor - Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - Pag. 179-180


En Sueño Profético decían:

No temas decir que las palabras que digas y la actuación que tengas son Mando que Dios manda. Primero Dios las pone en tu pensar y luego manda que vean que las cumples. Para entender esto tienes que conocer los momentos de sufrir tan grandes que vive el Elegido. Son tan grandes, que de no estar a este Mando de Dios, su cuerpo tendría muerte.

Ya dijo un espíritu de la Gloria:

Ser Elegido de Dios, no hay premio en la Tierra que sea mayor. Dios al Elegido le manda que todo sea publicado, diciendo que Él se lo está mandando. Dios le manda que hable primero del ArroboDesprendimiento del espíritu por la Fuerza del Mando de Dios y obediencia en la carne esperando el retorno del Mando (L.76-Pag.73-74-75) y después, del Sueño Profético. Este Sueño quieres explicarlo y no sabes: No sabes cómo lo ves ni cómo son las voces que oyes, que te llaman sin nombrarte, para darte alegrías y sufrir quitarte. Estas son comunicaciones que sólo las conocen los que a su espíritu sin cuerpo, Dios a la Gloria trae.

Desperté, oí:

El Elegido, a Dios le pedía, antes de que le llegara el sueño, que se acabaran los sufrimientos que los espíritus del mal estaban poniendo.

El Poder de Dios va a dejar al descubierto a estos espíritus, que no son pecadores en secreto.

Son como nube con truenos, como terremoto con fuerza de Infierno.


***

martes, 3 de agosto de 2010

Esta Obra no ha sido hecha para recibir premio - Libro 37 - Investigaciones a La Verdad - Tomo VI - Pag. 31-32

En Sueño Profético hablaban del Poder de Dios, de su Sabiduría, de su Fuerza, de su Comunicación. Decían:

Esta Comunicación es sentida, no hablada. Hablada es cuando está el espíritu sin cuerpo; cuando el espíritu está en el cuerpo, oye el espíritu sin voz, y transmite al cuerpo. Que hoy lo ha podido comprobar el que ha seguido al Elegido. El espíritu ha llevado al cuerpo donde quería Dios, para justificar el Poder de Dios y la obediencia.

Dijo uno:

Todo lo que sea para dar a conocer esta Obra, no pienses que está mal hecho. Dar a conocer la Obra es hablar de Dios, dar Enseñanza de Amor al Prójimo. Cundir esto es repartir Paz, que es lo que Dios Hombre dejó en la Tierra para que el que Lo amara, esto defendiera. Aquí más que pedir, es cundir, y ya, en el cundir, estás pidiendo.

Desperté, oí:

Esta Obra no ha sido hecha para recibir premio.

Ha sido por Amor a Dios, para quitar sufrimientos.

Para llevar la Paz donde había intranquilidad, por falta de creer en este Reino.

Que Dios dejó dicho: “Mi Reino no es de este Mundo.”

Con que el hombre llevara a su memoria estas Palabras, pediría para el Elegido lo mejor para escandalizar estas Palabras.

Palabras dichas en la Gloria con la Fuerza de Dios trasmitiendo a tu persona.

Decían, en el Reino de Dios, que con hacer esta vida ya te premiaba Dios.

Esto sea cundido con el Mando de Dios.

Que es levantar al caído con Amor y la mirada en el Cielo.

Que es pedir el Perdón, por si estaba caído por el arrepentimiento que el pecado le dio.

El que busca a Dios busca la Paz para llevar a los demás.


***

miércoles, 5 de mayo de 2010

Premio Grande - Libro 57 - La Palabra del Creador - Tomo VI - Pag. 31-32-33


En Sueño Profético se oían estas Palabras:

“El que crea en mi Existencia, obedece las Palabras que Yo doy al Elegido que traigo a mi Gloria. Mis Palabras son dichas por mi Padre en Mí. Lo mismo que las que el Elegido dice con mi Nombre y mi Mando no son suyas, tienen mi Poder, para acercar a ellas o para retirar”.

Se vio como una nube, pero color oro. Y ya siguieron estas Palabras:

“Esto que esta viendo el espíritu es mi Gloria. Este Poder es el Mando que mi Padre quiere que el hombre acepte o desprecie”.

“El que oiga o lea esta Visión que el espíritu ha visto, tiene que obedecer al Elegido si cree en mi Existencia”.

“Aquí está todo lo Eterno. El que crea estas Palabras, no puede perder mi Gloria. Retira el miedo y piensa que no estás sola, aunque a veces vean una sola persona”.


Quedó silencio y sentí algo con fuerza, sin cuerpo. Y se oyó:

“Ha sido la Voz de Dios Hijo la que ha dicho las Palabras que han dictado en su Reino”.

Hay que pensar que la muerte no avisa aunque tengas cuerpo sano.

Esto hace falta que sea sin miedo publicado, pero en alta voz, como Dios lo tiene mandado.

Desperté, oí:

El que haga algo para que se publiquen estos Mensajes, que piense que no hay quien tenga un Premio tan grande.

Y por ser grande, tiene que cuidarlo, y a Dios llamar cuando vea que es perseguido por los malos espíritus.

Los que hacen tu mando, sus caras traen Amor a Dios pregonando.

No tengas miedo en mandar lo que Dios pone en tu espíritu y tus palabras, porque no es tuyo.

Si intentan callarlo, el Amor a Dios te hará publicarlo.

Al Elegido no le importa ni el poco sueño ni el poco descanso.


***

domingo, 28 de marzo de 2010

Este premio estaba pedido con grandes justificantes - Libro 71 - Te Habla El Profeta - Tomo IX - Pag. 35-36-37


En Sueño Profético decían con mucha fuerza estas palabras que dictan:

Cuando tú sientes el Poder de Dios en tu espíritu y en tu cuerpo es porque crees que Dios está vivo, no muerto. Y ya no puedes vivir tranquilo sin saber lo que Dios está diciendo cuando conoces un caso como éste, donde Dios da sus Palabras para que sean dichas de Enseñanza. Primero, arroba el espíritu y con la Enseñanza que le da lo manda al cuerpo donde el ArroboEstado Sobrenatural en el que Dios trae un Espíritu a su Gloria para que reciba una Enseñanza. Durante este Estado, el cuerpo portador no presenta signos vitales hasta que el Espíritu vuelve de nuevo a él. hizo, y ya es esta publicación la que está en los 72 Libros publicados.

Han dictado unas palabras en contestación al sufrir que pensaban que tenía el Elegido por no haberle dado el premio que se esperaba. Pues este premio estaba pedido con grandes justificantes, de los que dicen que no hubo ninguno que pudiera decir: “Yo he mandado la misma cantidad”.

Sigue el Mando de Dios en un espíritu de su Gloria:

La contestación que dio el Elegido fue con gran alegría, y estas palabras dijo:

-Yo estoy contenta y con gran alegría porque mi pensar es que no hay premio mayor que Dios te lleve a su Gloria, todos los días, arrobando el espíritu y diciendo: “Publica mi Palabras y di que Yo te mando que sean publicadas”.

Desperté, oí:

Este es el pensar del Elegido:

-¿Quién puede decir “Dios me habla durante tantos años, todos los días, y en Libros están los Mensajes con Licencia de Iglesia y seglares”?

Termina el Mensaje con el pedir que el Elegido hace:

-Señor, que los Libros, con tus Palabras, los lean y los den de estudio por ser Evangelio de Dios y, también, Mandamientos. Que empiecen por los niños, con los Libros en los colegios, ya que sería el mismo estudio que Dios dijo, pero hoy diciendo.

Llegó el sueño diciendo:

-Señor, estoy más contenta porque comparo el premio que han dado con oír tus Palabras y tu Mando. Tú que eres el Dueño de los dos Mundos, el temporal y el Eterno.


***