En Sueño Profético decían:
Que tus palabras sean con insistencia en Roma, dirigidas a la Cabeza de la Iglesia, hasta tener contestación.
Para el Instrumento de Dios no hace falta justificarse. Para el hombre sí es imprescindible.
Si esto es Mando de Dios y la Cabeza de la Iglesia representa a Cristo, cómo puede tener esta separación, que extraña al creyente y al incrédulo, al bueno y al malo, al rico y al pobre de bienes materiales pero rico de espíritu. Creer en el Cielo es mirar para arriba y obedecer este Mando, es cumplir lo que dicte Dios después de que el arrobo haya pasado.
“Cabeza de la Iglesia”, no se para el hombre a pensar que es pastor que Dios tiene para que lleve al rebaño.
Desperté, oí:
Este Mensaje sea mandado a la Cabeza de la Iglesia cuando el Instrumento reciba contestación.
Dios manda y permite. El Mando es sin demora.
El Permitir es largo y con anchura.
El que lea este Mensaje, que no lo lea aprisa, que se detenga en las frases.
¡Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo, haz que el hombre crea en Ti Vivo y no Muerto!
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Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C2
La clave para aceptar los Mensajes es creer en Dios Vivo.
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