En Sueño Profético decían:
Cuando las cosas no son de Dios, son actuaciones del hombre.
Cuando el Mando va de Dios, son distintas actuaciones.
Y donde va llegando el Mando, algún movimiento tiene. Por eso es grande equivocación el consejo que da el hombre: “Silencio a lo de Dios”. Si esto lo pensara el hombre, vería que era un fracaso con más anchura que el mar y más largura que el campo.
La Comunicación de Dios al hombre es enterar, cundir y extender, por donde haya suelo, para que el hombre nunca diga: “¿Dios estará vivo o muerto?”, hablando siempre de Él y recordando las Palabras que dejó dichas en la Tierra antes de Matarlo el hombre y Él subirse con Cuerpo a la Gloria.
No extrañan estos Escritos dictados, dichos al espíritu hace unas horas.
Desperté, oí:
Dios Hombre dejó dicho y está en el Evangelio, y repetimos que Evangelio es su Palabra:
“Yo Me voy, pero vendrá mi Espíritu”.
“Mucho me queda por deciros”.
“Mi tiempo se ha terminado, pero Yo estaré luego con el que quiera a mi Padre y Me quiera a Mí, que es el Único Dios que hay”.
“No ocultéis mis Palabras, que no son para vosotros”.
“Vosotros sois mis Discípulos, y lo tenéis todo de Mí, que es mi Presencia”.
“Cundid que soy Dios Hijo, enviado por Dios Padre, viviendo hoy como vosotros, de la Naturaleza”.
“El que más crea quien soy, menos callará”.
“No es la lengua la que habla, es el espíritu”.
Todo esto dijo el Maestro, que así era como Lo llamaban los Discípulos.
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Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C3
Por sus obras les conoceréis y por sus palabras también, porque del rebose del corazón habla la boca.
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